0 Boca: Orión; Marín, Caruzzo, Burdisso, Clemente Rodríguez; Erbes, Somoza, Erviti; Riquelme; Martínez, Blandi. DT: Carlos Bianchi.

0 Ñúbel: Guzmán; Cáceres, Heinze, Vergini, Casco; Pablo Pérez, Mateo, Cruzado; Figueroa, Scocco, Maxi Rodríguez. DT: Gerardo Martino.

Cambios: ST: 16m Tonso por Figueroa (Ñ), 20m Acosta por Martínez (B), 32m Sánchez Miño por Ervitti (B), 33m Bernardi por Pablo Pérez (Ñ), 44m Urruti por Scocco (Ñ),

Arbitro: Mauro Vigliano

Cancha: Boca

Expulsado: ST: 45m Burdisso (B) por doble amonestación.

El partido no estuvo a la altura de la instancia que se jugaba. A pesar de estar en juego el paso a semifinales de la Copa Libertadores, anoche, en la ida, entre Boca y Ñúbel no pasó nada para destacar. Por ser local, el xeneize intentó algo más, pero fue víctima de su impotencia, y la lepra no sostuvo la ambición que lo caracteriza. Ñúbel terminaría el partido sumando algunos buenos minutos, pero nada más, con apenas un tiro al arco de Orión; y Boca se diluirá en centros que logró contener Guzmán, porque Riquelme lució impreciso y así los delanteros locales terminaron corriendo sin nada por hacer. El miércoles, en el Coloso del Parque, el que gane pasa a semifinales, el empate en cero llevará la definición por penales y la igualdad con goles pone a Boca entre los cuatro mejores del continente.

Algo de decepción dejó el partido de anoche en la Bombonera. Porque Boca no pudo asumir la responsabilidad que supone la localía y Ñúbel el protagónico que debe ejercer en los partidos. Entonces el encuentro pasó a ser ordinario, mal jugado, con Riquelme sin mayores intervenciones y los rojinegros sin poder avanzar dando pases.

De todos modos el xeneize encontró puertas abiertas a Guzmán con las corridas de Erbes, abriendo caminos por el lateral de Casco. De sus apariciones llegaron centros bajos que recorrieron toda el área leprosa conteniendo el aliento de los hinchas del parque en la tribuna superior. Pelotazos a los que no llegó Blandi, y sí Cáceres, cortando el más peligroso, cuando la Bombonera se abalanzaba al grito de gol.

Ñúbel se irá al descanso sin ensayar un tiro al arco. Aunque tuvo sus ratos de protagonismo ofensivo, pero en acciones individuales de Scocco, con fáciles desbordes, que terminaron en centros a un área sin presencia leprosa. Ñúbel jugaba de contragolpe y no podía avanzar con mayoría de hombres, porque Cáceres y Casco no se hacían de la pelota en terreno de Boca y Figueroa no lograba con Maxi Rodríguez adelantar el equipo con pelota dominada para asistir a Scocco.

Pero en el segundo tiempo Ñúbel será más incisivo y encontrará a los pocos minutos, en una volea de Scocco, un remate al arco que exigió el esfuerzo e Orión. Y Boca, más apremiado por su gente en tomar el dominio del partido, le quitó un poco de atención el juego defensivo. Pero las situaciones seguían sin llegar, y la gente no salía de la decepción.

Lo que pudo hacer la lepra con Boca más apurado en ataque es soltar a sus hombres del medio, sumándose Cruzado y Pérez a las incursiones impulsadas por Scocco. Aunque el partido no entregaba situaciones que animaran a los espectadores. En la intrascendencia, la sensación era que Ñúbel se llevaba algún rédito, solo por ser visitante y le queda ante su gente la definición de la serie, el miércoles que viene en el Coloso del Parque.

Los técnicos lo intentaron: Bianchi y Martino buscaron sacar del tedio a sus equipos con las variantes. Pero del banco no llegó solución alguna. Los suplentes no rompieron la jaula táctica en la que cayeron los equipos en el medio y el final del partido dejó, como detalle, Ñúbel defendiendo y Boca intentando atacar, señal de que la lepra quedó más satisfecho.