Si, de por sí, las visitas del talentoso pianista y compositor Diego Schissi son poco frecuentes, la posibilidad de verlo actuar en solitario potencia lo excepcional del caso. Fundador del recordado Quinteto Urbano, por estos días Schissi lidera un nuevo quinteto, aunque es el tango, y ya no el jazz, el género que prepondera en su presente artístico. Precisamente, las composiciones de este último período serán las que nutrirán al concierto que esta noche, a las 21.30, brindará en Cairós (Paraguay 1382). De paso por la ciudad para brindar un seminario vinculado con la composición, Schissi abordará así sus últimas creaciones bajo un formato solista que le resulta tan novedoso como desafiante.

"La primera parte es más una charla relacionada con los temas vinculados al deseo de componer --detalla el creador en relación al momento más teórico de su visita--. Por supuesto desde la óptica de la música popular, que esté ligado a los géneros, al jazz, al folklore, al tango. Sin hacer énfasis especial en ninguno, porque inclusive muchos de los ejemplos que vamos a analizar son de música clásica. Esta ensalada es bastante adrede, tengo la convicción de que todos los compositores en un estadío de evolución estamos atravesados por los mismos dilemas. Esa es un poco la tesis".

Ya en relación al concierto, el creador detalla a Rosario/12: "En lo personal siempre es un desafío enorme tocar solo. Tenés que manejar tu energía de concentración a un gran nivel. Siempre le tuve mucho respeto y en los últimos años, un poco por algunas invitaciones y por la decisión de aceptar el desafío, lo estoy haciendo más frecuentemente".

En ese marco, y según apunta el músico, el repertorio estará concentrado en sus composiciones más recientes, ésas que, junto al quinteto, registró en los discos Tongos, tangos improbables (2012) y Tipas y tipos. En vivo en Café Vinilo (2011). "Estoy medio resignado a tocar temas propios, de la última camada --indica--. Hay como una ecuación, tal vez donde los modelos son más como Egberto Gismonti (salvando las distancias), con tipos que deciden tocar su propia música. Simplemente la idea es darle chance en el tiempo a que esas propuestas se vayan limpiando, aclarando, haciendo más sólidas. En este punto cuento con un deseo muy grande de hacerlo, con la tranquilidad basal de hacerlo con alegría. Y, como cualquier trabajo, si se sostiene en el tiempo se irá haciendo más jugoso".

Lo cierto es que por la característica libertad que impregna al formato, el repertorio también estará sujeto a cambios, algo que el propio Schissi advierte: "Hay millones de ejemplos de solistas que salen con la idea de tocar un repertorio y después lo cambian, o improvisan un tema en el momento y termina teniendo más relieve que todo lo demás. Yo estoy basándome en un repertorio propio. La semana pasada estuve en Córdoba en una situación similar, y en un momento sentí la necesidad de improvisar algo. Toqué la primer nota y no sabía qué iba a seguir. Yo le doy relieve desde un lugar personal, porque no es ningún descubrimiento que esto ocurra, sino que son situaciones que uno va atravesando frente a una nueva experiencia. Tiene mucha alegría, libertad, y a la vez está el hecho de pensar si tendré un buen día, si estaré preparado. Todo recae sobre vos. Pero estoy muy contento con la invitación de Carlos Casazza (NdR: organizador del encuentro) y este acto de fe".

Aunque, más allá de sus incursiones en solitario, el pianista aclara que no ha cambiado el rumbo. "Para mí el proyecto central es el quinteto --distingue--. Esto es como una especie de vacación, un regalo de la vida, lo vivo con una cierta inocencia. Por supuesto que me hago cargo, pero lo vivo como un regalo. Aparte como una competencia, algo que está bueno que se pueda hacer así, con soltura, con ganas".