Si se toma su pasado y se lo coteja con su presente, hoy Newell's es un ejemplo. Un caso testigo de cómo un club puede despojarse de una dirigencia corrupta sin tener que besar un anillo en la Asociación del Fútbol Argentino, ni plegarse al falso axioma de "todo pasa", para retomar vuelo propio. Newell's viene de sus peores 14 años con el gobierno de Eduardo López. Pero, paradoja aparte, fue su mejor pasado el que lo sacó del precipicio y lo puso otra vez de las imágenes de éxitos de los '80 y '90. Hoy los rojinegros son los mejores del país jugando al fútbol, ganando una batalla contra el tiempo con apenas un lustro de gestión de Guillermo Lorente, quien también volvió guiado por sus antecedentes como dirigente, y saltando a la gloria deportiva llevado de la mano de su mejor pasado, el de sus figuras que pegaron la vuelta para sentirse parte de la reconstrucción: Lucas Bernardi, Gerardo Martino, Maximiliano Rodríguez, Ignacio Scocco, Gabriel Heinze, Diego Mateo; y también Roberto Sensini, Gustavo Dezotti y Marcelo Bielsa. Sí, Bielsa. Porque el Loco fue el primero en llegar aquella inolvidable mañana del 14 de diciembre de 2008 para decirle a López que se vaya para no volver con la autoridad implacable del voto.

"Yo me siento campeón, tengo que decirlo", largó Gabriel Heinze minutos después de la goleada a Atlético Rafaela que dejó a la lepra con el primer puesto asegurado, pero no aún con el título de campeón. La vuelta podrá darla el miércoles a las 15, aunque con el equipo jugando en Chaco por Copa Argentina (ver aparte).

El Gringo no era soez con las estadísticas. El defensor hablaba de la robusteza institucional que tomó Newell's desde 2009, impulsado por sus socios y buenas voluntades en la dirigencia, y comando en lo deportivo por sus mejores alumnos. Porque López se esforzó destruir el pasado de Newell's, pero apenas si alejarlo, espantarlo, solo por algunos años.

Porque el pasado que volvió a Newell's lo hizo para retomar la tarea suspendida por López, por su barras, su impunidad judicial, su violencia, su prensa cómplice y adicta, y sobre todo por su ignorancia de la historia de la institución, esa que refundó Jorge Griffa al visionar en los '70 que a los chicos se les podía enseñar a jugar a la pelota incluso con la inocencia de la niñez a cuesta. De esa escuela salió un modelo de fútbol que tuvo admiración nacional, la misma que despierta el equipo del Tata cada vez que sale a la cancha y que ayer aplaudió el público de Atlético Rafaela.

"La valentía de este plantel es intentar jugar en nuestro país de la manera que se les propuso", sintetizó anoche el técnico, siempre espontáneo y alejado de las frases hechas. En el Clausura 2012 Martino puso entre los primeros a un equipo que había estado entre los últimos en el Apertura 2012. En el Inicial 2012 el Tata patentó el juego del equipo y lo mantuvo como protagonista, estando un poco más cerca en la pelea. Ya todos miraban su trabajo. Y en el presente Final la idea de juego evolucionó, al punto de ser Newell's el mejor del país, indiscutidamente, con números abrumadores, y un juego que hacía tiempo no se veía en el país.

Por eso ya festeja todo Newell's. Porque volvió su mejor de su historia para hacer del 2013 un año inolvidable. Incluso con este grito aún contenido de campeón ya nadie podrá dudar lo malo que fue López para el club. Un López al cual ya no le queda un lugar ni en el pasado de la historia de l club. Su recuerdo deberá permanecer vivo en la memoria de los hinchas, los que anoche explotaron de júbilo en el parque Independencia, en algarabía popular como la del 14 de diciembre del 2008.