1 River: Barovero; Mercado, Maidana, Alvarez Balanta, Vangioni; Carbonero, Ponzio, Ferreyra; Fabbro; Lanzini, Simeone. DT: Ramón Díaz

0 Central: Caranta; Ferrari, Peppino, Donatti, Delgado; Encina, Domínguez, Carrizo, Lagos; Medina, Luna. DT: Miguel Russo

Gol: ST: 33m Andrada (R).

Cambios: PT: 42m Ballini por Delgado (C). ST: 22m Andrada por Ferreyra (R), 26m por Fernández por Lagos (C), 28m Ledesma por Mercado (C), 39m Abreu por Medina y 41m Pezzella por Simeone (R).

Arbitro: Silvio Trucco

Cancha: River

Expulsado: ST: 36m Fabbro (R).

El balance deportivo entregó a Central con mejor imagen que River. Los canayas controlaron al rival, sostuvieron el partido en mitad de cancha y redujeron a los millonarios a protagonizar solo dos disparos al arco de Caranta. Pero uno de ellos fue gol, y aquel tanto terminó siendo decisivo, porque el auriazul no hizo la otra mitad de la tarea, que era trasladar su dominio al área rival. A Central le faltó determinación para mostrar peso ofensivo y terminó lamentando una derrota, la primera del Inicial, que no mereció.

Lo que ofreció River en la primera parte, con jugadores sin poder encontrarse dando pases seguidos, fue parecido a lo ofrecido ante Gimnasia y Esgrima, con el agravante ayer de que los millonarios eran locales. ¿Cuánto influyó Central para obtener tan bajo rendimiento del rival? El canaya se esforzó por imponer presión y recuperar la pelota sin que los millonarios pisen el área visitante, y allí estuvo el mérito de los auriazules durante todo el partido.

Porque Central le hizo pasar a Caranta una primera parte sin mayor trabajo. Apenas un cabezazo desviado de Carbonero, en desborde de Ferreyra, fue lo único que exigió el fondo canaya. Todo lo demás fue intrascendente: la impotencia de Lanzini y Fabbro para asumir el protagonismo y el trabajo inconcluso de Central, que a sus buenos efectos que generaba la presión no le añadía agresividad.

Entonces se pudo contar alguno avances ambiciones, con mayoría de hombres, pero carentes de profundidad. La jugada más punzante salió de los pies de Luna, con una asistencia a Lagos, pero el ex Instituto resolvió con remate cruzado que no fue al arco ni tampoco fue un centro para los que ingresaban por el segundo palo.

El segundo tiempo Central fue un poco mejor y River un poco peor. Así, el partido iba inexorablemente a un triunfo canaya. Pero a Central le faltó convencerse de sus propias posibilidades. El canaya atacaba sin poner mayoría de sus hombres en área de River, dejando la sensación de incompleto cada ataque al arco de Barovero.

La excepción fue una combinación que dejó a Encina con desborde por la derecha y remate cruzado que desvió el uno millonario al cerrar el ángulo de disparo. Pero no hubo nada más en los canayas, a pesar de su sostenido protagonismo en el mediocampo.

Delgado dejó la cancha por lesión, al igual que luego Lagos, en variantes que no alteraron el ritmo del juego. River jugaba entre murmullos, lo que anticipaba un final con reprobación unánime del estadio a la muy baja actuación del equipo local.

Muy llamativa fue la actuación de Fabbro, pasando desapercibido y luego expulsado, por todo lo que insistió Díaz para su contratación. Pero las ocasiones se presentaban y Central no se convencía de ir por la victoria, y entre sus dudas apareció un tiro de esquina cabeceado por Maidana, en el primer palo, que encontró al juvenil Andrada ingresando por detrás para darle la victoria a River con un cabezazo sobre la línea. Y a Central le quedaban diez minutos de juego para jugar con desesperación, yendo al ataque decididamente como no se animó antes, sin poder llegar al empate.