"Pude llevar ropa, medicación y las cosas mínimas y necesarias. Soy una afortunada porque en mi departamento sólo tengo vidrios rotos porque está en el contrafrente. Mi edificio está en condiciones de ser habitado, el problema mayor son los departamentos porque hay muchas ventanas y vidrios rotos. Además no hay servicios", contó una joven mujer que alquila en una torre lindera a la siniestrada en Salta al 2100. Otra señora aseguró a La Ocho que "guardaba unos ahorros en un jarrón y no podía creer cuando entré que en medio de todo el desastre, el jarrón estaba intacto".