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Disminuyeron las expectativas de que Leandro Fernández (foto) regrese al Parque Independencia. El defensor viajó la semana pasada a Rusia a dialogar con los dirigentes del Dynamo de Moscú, club dueño de su pase, a negociar un préstamo de seis meses sin cargo y sin opción, pero la primera reunión entre ambas partes no fue positiva y las chances de la vuelta son ahora más complicadas. Los dirigentes rusos fueron inflexibles en su postura y les avisaron al jugador y su representante que no pretenden liberarlo. Hoy habrá un nuevo encuentro para tratar de rencausar la operación, aunque aparenta no ser nada fácil.

La dirigencia rojinegra apuesta a reforzar realmente el plantel, que todos los nuevos profesionales que arriben tenga un nivel destacado y rendimiento actual de peso. En el caso de Fernández pesó el conocimiento que tiene del club y la necesidad de reforzar la última línea, más teniendo en cuenta que Gabriel Heinze sufrió una sucesión de lesiones y la Copa Libertadores requerirá una rotación de jugadores. Si las incorporaciones no son realmente de peso, el director técnico rojinegro Alfredo Berti deberá arreglárselas con los jugadores surgidos en las divisiones inferiores, condición compartida con los directivos.

Fernández culmina su contrato con Dynamo a mitad de año, por ese motivo aguardaba expectante una respuesta positiva, que finalmente no llegó. Pesa en su decisión que su mujer esté a punto de dar a luz y el deseo de hacerlo en Rosario. Hoy les acercarán una nueva propuesta a los dirigentes rusos, para resolver por sí o no la situación.

Por otro lado, el defensor Franco Lazzaroni, muy poco tenido en cuenta por Berti, está siendo seguido de cerca por Unión de Santa Fe, para la segunda parte del Nacional B.