0 Central: Caranta (6); Ferrari (5), Donatti (5), Gómez Andrade (5), Delgado (5); Encina (4), Musto (5), Barrientos (5), Aguirre (4); Montoya (4), Valencia (5). DT: Miguel Russo

0 Vélez: Sosa (8); Pérez Acuña (5); Cubero (5), Cardozo (5), Papa (5); Rolón (4), Romero (4), Villalba (4), Asad (4); Pratto (5), Caraglio (4). DT: José Flores.

Cambios: ST: Desde el inicio Becker por Aguirre (C), 16m Casares por Villalba y Ferreyra por Asad (V), 24m Medina por Montoya (C), 30m Niell por Barrientos (C),

Arbitro: Darío Herrera

Cancha: Central

Central ya se muestra como un equipo en crisis. Es que el partido de anoche con Vélez no hizo más que alimentar sus números negativos: cuatro partidos sin marcar goles, un triunfo sobre los últimos ocho encuentros disputados y ocho puntos sumados en los últimos 33 jugados. Ayer la figura del partido fue el arquero Sosa, en el único saldo a favor par los dirigidos por Miguel Russo, de cara a la decisivo encuentro del miércoles por la semifinal de Copa Argentina.

Dos equipos sin ideas hicieron del primer tiempo un muy mal partido de fútbol. Central se mantuvo enredado en las dudas que acusó en casi todo el torneo, sin saber qué hacer con la pelota, generando poca preocupación en el rival. Ni siquiera el canaya encontró consuelo en lograr que el rival se mantuviera también con parca actitud, imposibilitado de gravitar, a excepción de los momentos en que Pratto tomaba la pelota.

Russo intentó oxigenar al equipo con el ingreso del juvenil Montoya de titular. Pero por derecha Central solo avanzaba si se proyectaba Ferrari y por izquierda cuando corría Aguirre, quien siempre tomaba malas decisiones. Entonces el partido se desvaneció entre pases de pelota intrascendentes y con Vélez no pudiendo más que meter la pelota en el área canaya con centros que atrapó Caranta sin dificultades.

La primera parte se fue entonces con Central en evidente falta de ingenio para jugar y se resumió en un cabezazo de Aguirre --centro de Ferrari-- que Sosa desvió con esfuerzo sobre su derecha y en un tiro libre de Barrientos que el uno visitante desvió en con mano derecha sobre el ángulo izquierdo.

En el entretiempo Russo reconoció la fallida apuesta que hizo con la formación del equipo y puso en cancha a Becker para jugar el segundo tiempo. Pero al margen de bajos rendimientos individuales, el problema de Central es que desconoce qué quiere hacer con la pelota, falencia que no la disimulará con un cambio.

Por eso el canaya generaba situaciones de gol solo en pelotas paradas. Como el tiro libre que cabeceó Donatti en el área menor y Sosa despejó con grandes reflejos, jugada que llegó luego de que Asad perdiera frente a Caranta.

Estas situaciones despertaron la atención del público en el Gigante y del propio equipo de Russo, que desde entonces soltó su juego. Como en la jugada donde combinaron Becker y Montoya para asistir a Valencia, quien con remate cruzado no pudo con Sosa, desviando el uno la pelota en otra volada.

Sosa ya era la figura de la noche pero eso no era mérito suficiente para que Central saque ventaja. El canaya debía dar más motivos para superar a Vélez. Y con los últimos minutos en juego el canaya desesperó, en su urgencia para volver al triunfo, persistió en cada ataque, pero sin claridad. El auriazul sumó ayer su cuarto partido sin marcar goles. Y sin goles la victoria siempre queda lejos.