1 Central: García (6); Alvarez (5), Donatti (5), Pinola (7), Villagra (5); Montoya (6), Musto (5), José Luis Fernández (5); Cervi (4); Delgado (5), Larrondo (6). DT: Eduardo Coudet.

0 Godoy Cruz: Rey (6); Abecasis (4), Viera (5), Ortiz (5), Ceballos (4); Godoy (5), Guillermo Fernández (4), Carabajal (5), Gastón Giménez (5), Angileri (5); Ayoví (5). DT: Sebastián Méndez.

Gol: PT: 26m Delgado (C).

Cambios: ST: 3m Salazar por Villagra (C), 17m García por Ayoví (GC), 19m González por Giménez (GC), 22m Lo Celso por Delgado (C), 31m Gil Romero por Cervi (C), 32m Garro por Carabajal (GC),

Arbitro: Ariel Penel

Cancha: Central

Central no se pareció al equipo que enamoró a sus hinchas el año pasado. El de anoche fue un conjunto con más problemas que virtudes, pero con empuje. Fue por eso, por su determinación a ganar, lo que orientó al auriazul al triunfo. Porque el partido salió parejo, fue poco lo que sufrió Godoy Cruz y la diferencia apareció en un lateral de Pablo Alvarez que tuvo a César Delgado marcando de cabeza. El canaya sufrió la ausencia de Marco Ruben en ataque y la decisión de Eduardo Coudet de que Giovanni Lo Celso sea suplente. Pero Central ganó y ahora espera por Newell's.

El entusiasmo por ver a Central hizo explotar las tribunas del Gigante. Los hinchas se volcaron masivamente a las tribunas con el sueño de ver al equipo como jugó el año pasado. El conjunto de Eduardo Coudet lo intentó, pero no pudo.

Algunas de la razones estaban en las ausencias de Ruben (lesionado) y Lo Celso (en el banco), además de la desvinculación de Nery Domínguez. Otras, en la cambio, en la falta ritmo, tras dos meses sin actividad.

Porque anoche el canaya no se pareció el equipo que abrumó a sus rivales el año pasado. Por el contrario, Central fue un equipo con problemas evidentes en el juego con la pelota. Es que Cervi no tiene tanto apego por generar juego, Delgado no logró complicidad con Larrondo y Musto no aporta en materia ofensiva. Entonces Godoy Cruz lucía sólido porque Central no progresaba en el campo, aunque en ataque los mendocinos eran tan inofensivos como los canayas.

Recién a los 21 minutos llegó el primer remate al arco. Fue un zurdazo de Delgado apenas desviado desde afuera del área luego de que Larrondo le devolviera una pelota que sostuvo en el área rival. La segunda pelota que llegó al área fue gol. Lo curioso es que el disciplinado Godoy Cruz se dejó sorprender con un lateral, lanzado con fuerza por Alvarez para que Delgado, casi de cuclillas, supere a Rey con cabezazo al primer palo.

La diferencia no cambió las generales del partido. Central no generaba juego con pases y Godoy Cruz dejaba sin compañía en ataque a Ayoví. El partido no tenía emociones y así las ovaciones eran todas las Pinola en cada intervención, algunas en campo rival, lanzado al ataque el carismático defensor.

Lo que cambió en el segundo tiempo es que Godoy Cruz mostró más convicción para atacar el campo rival y en pocos minutos la visita logró dominar la pelota en el área de García. Por entonces el canaya se reacomodaba con el ingreso de Salazar en defensa por Villagra (pidió el cambio por lesión), reduciendo el rol ofensivo a las intervenciones de Montoya por derecha. Coudet arengaba a sus jugadores ante un Central que reclamaba un cambio en ataque para reanimar la ofensiva.

El Chacho probó con el ingreso de Lo Celso por Delgado pero no logró inspirar al equipo el juvenil. De igual modo, Godoy Cruz solo sumaba urgencias con el paso de los minutos. Porque más allá de algunas pelotas en el área, la visita no tuvo ninguna situación de gol. La única pelota de riesgo para García fue un cabezazo alto de Ortiz tras un tiro de esquina.

A veces tenía la pelota Central, de a ratos Godoy Cruz, pero nada interesante pasaba en el partido. La abulia la rompió Larrondo, en dos apariciones: una volea que se fue alta, tras un centro de Fernández, y luego un cabezazo cruzado que desvió Rey. Eso fue todo.

Entones los hinchas se dedicaron a anticipar su entusiasmo por el clásico de la semana que viene en Arroyito y festejar cada intervención de Pinola, quien no tuvo un solo fallo. Lo mejor de la noche, entonces, fue el resultado.