Martes, 29 de mayo de 2007 | Hoy
La jueza Giorgetti intimó a quienes manejaron el club -antes del regreso de Scarabino-, a presentar la documentación firmada a los inversores.
Por Alejo Diz
El "Acuerdo de cesión de créditos y deudas" presentado en la Justicia por los dirigentes suspendidos de Central -del que dio cuenta ayer este diario-, podría tener derivaciones en el fuero penal, en tanto quienes firmaron el mismo no acerquen en la juzgado la documentación pertinente que respalde cada una de las operaciones allí detalladas. La jueza que entiende en el concurso preventivo de Central, Liliana Giorgetti, intimó a los dirigentes sancionados para que rindan cuenta del acuerdo rubricado con los inversores, aunque hasta ayer no hubo novedades al respecto. Entre tanto, el presidente Pablo Scarabino se comprometió a saldar hoy parte de la deuda por atrasos salariales que la entidad mantiene con jugadores y empleados de la institución.
Los dirigentes auriazules que fueran suspendidos por tres meses deberán rendir cuentas en la Justicia por el convenio rubricado con los inversores, del que dio cuenta Rosario/12 en su edición de ayer. Allí se consigna que la entidad tiene una deuda de 4.520.235 dólares con Wilfredo Scarpello, quien representa a las firmas Timcel S.A. y Zaparaturter Financial Services Inc., que desde 2004 prestaron asistencia financiera a la entidad. En la documentación presentada en el juzgado no se explica de qué manera el club contrajo la deuda, y por eso la magistrada que entiende en el concurso auriazul intimó a los directivos a que presentan la rendición de cuenta pertinente que permita comprender los motivos que llevaron a la entidad de Arroyito a endeudarse en dos años y medio por casi 30 millones de pesos, cifra que se acerca al número final con que el club homologó su convocatoria de acreedores.
De no esclarecer cada una de las operaciones asentadas en el convenio la magistrada estará en condiciones de librar la instrucción para que se inicio una investigación penal sobre quienes administran la entidad auriazul.
Pero mientras la Justicia intenta disipar algunos de los tantos nubarrones contables que sobrevuelan la tesorería del club, para hoy empleados y jugadores esperan volver a cobrar, al menos un sueldo, tras cuatro meses sin ver un peso. "Estoy tratando de conseguir la plata", afirmó ayer el presidente Scarabino. Pero uno de sus nuevos colaboradores fue más preciso. "La plata ya está", aseguró.
En Central jugadores y empleados no cobran sus haberes desde la segunda quincena de enero. Hay atrasos de sueldos por cuatro meses, deuda que trepa aproximadamente hasta los 800 mil dólares. "No es la situación en la que queremos estar, pero la triste realidad de Central es ésta. Con nosotros hay una palabra de por medio (la de Scarabino) y espero que desde mañana (por hoy) se pueda arrancar a pensar en algo positivo", advirtió ayer Cristian González a la tira deportiva de Lt8. "Esta es una situación muy dura. Peor no se puede estar. Estoy muy desilusionado por el momento que estamos pasando. Todo es tan difícil en Central. Mañana (por hoy) vamos a saber si empiezan a llegar soluciones. Todos necesitamos el dinero que nos deben. Y yo, como uno de los más grandes, tengo la obligación de salir a hablar", agregó el Kily.
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