De conservar la política de contratación de jugadores mantenida hasta hace algunas semanas atrás, es improbable que algún futbolista aspire a dejar Central en el próximo receso deportivo. Al menos Ariel Garcé, a quien los directivos lo premiaron con 200 mil dólares por su buen desempeño, de acuerdo a lo que reflejan los dos contratos que firmó el defensor con la entidad. Es que en el primer vínculo se fija una opción de compra por su pase de 300 mil dólares, pero meses después la dirigencia decidió dar por "concluido" y "totalmente extinguido" aquel vínculo para sellar uno nuevo en donde se fija una opción de compra de 500 mil dólares, que el club decidió hacer uso el pasado mes de febrero.

Si Central cumple con sus compromisos, lo alentador para el técnico Carlos Ischia es que Ariel Garcé es jugador del club. Aunque para eso la tesorería auriazul decidió regalar al jugador 200 mil dólares más de los 300 mil que estaba valuado su pase.

La singular historia tiene su inicio el 26 de junio de 2006, día en que Central y Garcé fijan un convenio entre partes con extensión hasta el 30 de junio de 2007. Allí se registra una prima para el futbolistas a pagar en dos cuotas: la primera de 47.075 pesos a abonarse al día 31 de diciembre de 2006 y la segunda de 77.075 a cubrirse el 30 de junio de 2007. También se da fe que del contrato elevado en la Asociación del Fútbol Argentino donde el club se compromete a abonarle al ex River $ 7.500 mensuales.

A continuación "se deja constancia" que el club tiene una opción de compra del pase definitivo del jugador por la suma de 300 mil dólares, que la institución podrá optar hasta el 30 de mayo de 2007. Y se detalla que "si el club envía el telegrama de renovación, éste se interpretará como que se ha hecho uso de la opción de compra, monto que se pagará de la siguiente manera: 100 mil dólares antes del 31 de agosto de 2007, otros 100 mil dólares antes del 31 de octubre y 100 mil dólares más antes del 31 de diciembre de 2007".

Pero resulta que el 10 de febrero de 2007 los dirigentes decidieron "dar por concluido el convenio celebrado el 26 de junio de 2006, quedando perfectamente determinado que el mismo se encuentra totalmente extinguido y que ambas partes reconocen fehacientemente que nada se adeuda y nada tienen que reclamar por ningún concepto". Tras este prolegómeno el club se compromete a abonar al jugador 120 mil dólares en concepto de prima anual por la temporada 2006/2007. Y luego se destaca que Garcé "declara haber adquirido la condición de jugador en libertad de contratación, el club opta por la compra del pase definitivo por la suma de 500 mil dólares". Esa transacción será saldada de la siguiente manera: 150 mil dólares se pagarán el 5 de junio de 2007, 150 mil dólares más el 1º de agosto de 2007 y 200 mil dólares 1º de diciembre de 2007.

No sólo que Central no respetó lo convenido con Garcé en el primer contrato, sino que el redactar un nuevo vínculo, en el cual no se apuntó motivo alguno, la entidad de Arroyito tuvo la generosidad de premiar el rendimiento deportivo del defensor con el pago de 200 mil dólares más por su pase. Cuando la Sindicatura del concurso advierta esta desprolijidad, seguramente la jueza de la convocatoria, Liliana Giorgetti, se ocupará por dar con la explicación que no se encuentra en los contratos.