En ediciones anteriores adelantamos una entrevista con el actor, director y luchador teatral Miguel Franchi con motivo de otro de sus emprendimientos en defensa de la dignidad del teatro local: El Kortito, la publicación que circuló durante el cierre del Festival Internacional de Teatro organizado por el Instituto Nacional del Teatro, puso de manifiesto algunas opiniones que muchos desconocen o prefieren silenciar. En un diálogo abierto con Rosario/12, Franchi consideró que esta era "una herramienta como las otras que instrumento desde la radio y que plantean la imposibilidad del desarrollo de la actividad teatral si se limita sólo al ensayo y la actuación".

A diferencia de muchos teatreros, el creador del popular Germinal Terraquius, considera que esta es la realidad "del interior pobre de un país pobre y dependiente al que le hacía falta una herramienta para hablar de la posible sindicalización de los actores, de la salida laboral para los jóvenes y también poder intervenir en cuestiones de producción".

Partiendo del conocimiento de una labor que viene desarrollando hace 30 años, Franchi, considera que estos temas quedan casi siempre para después del ensayo o de las funciones debido a que la supervivencia en esta actividad absorbe la mayor cantidad de horas. "Si cada uno de nosotros pudiera hacer un aporte por afuera de lo que seria ensayar, actuar o formarse, comprenderíamos que si no apoyamos a las salas de teatro independientes nos quedamos sin salas".

Refiriéndose concretamente a los organizadores del Festival Internacional que se desarrolló en varias ciudades del país con un mismo criterio, planteó que "si aceptamos hablar de profesionalización como nos proponen algunos referentes o algunos funcionarios que dejan afuera de los Festivales a los clubes y a las escuelas es imposible hablar de profesionalización".

Para el director de "La Patria carnicera", defender el circuito de clubes y escuelas significa trabajar de lunes a sábado, lo que constituiría la única profesionalización posible para un actor del interior del país.

El Kortito se propone en los próximos números recorrer la historia de la creación de los sindicatos de actores que en Santa Fe tuvieron una activa participación. "Vamos a recuperar la memoria de los viejos referentes de estas agrupaciones sindicales, pensando en que se podría reeditar algo parecido, no puede ser que un actor que trabaja en publicidad en Rosario no conozca que hay un convenio que rige ese trabajo, esta publicación pretende ser también vínculo de estas cosas, con propuestas y acciones concretas".

Para no ser acusados de "críticos" como suele ocurrir cuando se plantean cuestionamientos al poder de turno, El Kortito se propone organizar encuentros de teatro, instancias de formación, transformarse en un auténtico puente para la sindicalización de los actores.

Uno de los temas preferidos de este número 0 fue desnudar ciertas actitudes de algunos funcionarios locales del INT que parecieran seguir el dictado de sus propias convicciones a la hora de la organización de eventos como el citado Festival Internacional.

"Aparecimos para intervenir y opinar sincera y fuertemente sobre cuestiones del Instituto Nacional del Teatro, podemos decir que algunos de nuestros compañeros del INT están equivocados, entonces no los dejemos solos así no se equivocan más, movilicémonos para que no se equivoquen más. Cuando algunos de estos compañeros llegan a esos cargos, nos alegramos porque son nuestros representantes, pero cuando comprobamos que no están construyendo el proyecto colectivo para el que fueron elegidos, sino su propio proyecto, entonces las cosas se complican".

Otro de los pedidos que formula claramente la publicación que edita Franchi es una rendición de cuentas ya que se trata de fondos públicos que pertenecen a toda la sociedad. "Cuando pedimos las cuentas lo hacemos de buena leche, o porque me dan yo tengo que agarrar lo que me dan, sin saber de dónde vienen ni de dónde se generaron esos fondos."

Volviendo al tema del Festival, Franchi coincide en parte con el balance publicado por Rosario/12 y que tiene que ver con los criterios de administración y el perfil de la extensión al resto de la sociedad.

"Un festival de estas características lo podría hacer un ente privado porque si este festival no tuvo instancias formativas, ni de encuentro, de asamblea, donde dejamos pasar a referentes de nivel internacional con décadas de historia en el teatro latinoamericano, sin provocar un encuentro con los estudiantes de las dos Escuelas de teatro que tiene esta ciudad, se parece más bien a un festival organizado por una chequera".

Otro de los argumentos que predican los organizadores de estos Festivales, el estímulo para reactivar la presencia del público en las salas no siempre se condice con el estado de endeudamiento de las mismas.

"Al no haberse pagado los subsidios para el mantenimiento de las salas -plantea el creador de El Kortito- por más que la gente se sintiera estimulada por el festival y volviera a ir al teatro ,se encontraría con salas diezmadas, lo que es un verdadero contrasentido.

Corresponde aclarar que queremos los Festivales, pero también el funcionamiento de las salas y los subsidios para los grupos, sea estatal o autárquico, el INT maneja fondos que pertenecen a toda la sociedad, no entiendo porque no se programan funciones en las escuelas, o en los clubes, en los psiquiátricos, los hospitales, las cárceles, toda esa gente que está allí, también pertenece a esta sociedad".

Miguel Franchi desde su publicación va más allá del terreno de la política cultural y plantea que esta situación a 24 años de democracia ya no puede ser considerada como una distracción sino que se convierte en flagrante concepción.

Casi al finalizar la entrevista, Franchi evoca el recuerdo de un auténtico creador y pionero en las luchas por la dignidad del teatro local, que pareciera lanzar alguna patada voladora contra los que lo homenajearon y hoy parecieran olvidarse de sus enseñanzas.

"Mis profesores me fanatizaron con el tema de la profesionalización, a la que yo quisiera llamarla proletarización, y fundamentalmente fue Norberto Campos quien nos insistía con eso desde que éramos alumnos, y vamos a intentar retomar esa enseñanza".