El consumo de drogas, la marginalidad, la fragilidad en las estructuras familiares, la absorción indiscriminada de televisión basura, el abuso policial, el no-future (sin conceptualización punk alguna) en pleno siglo XXI, todo ello es abordado en A ver qué pasa, el primer largometraje del colectivo audiovisual Pulenta Producciones. Dirigida por David Maydana (además autor del guión junto a Pablo Madussi), la película se sustenta en una multiplicidad de personajes, un amplio abanico que va desde la clase media reaccionaria hasta aquellos que se atreven a cruzar la frontera y acercarse a los condenados a vivir en los márgenes de la sociedad. Esa amplia propuesta se estrenará esta noche, a las 21, en el Teatro La Comedia de Mitre y cortada Ricardone.

Autogestionada por la propia productora independiente, la realización comenzó a diseñarse unos años atrás, a poco de la separación del colectivo La Conjura TV. De hecho, distintos elementos confluyeron en el proyecto, como el canal policial que consume con fervor Graciela, una vecina de clase media que, ya sobre los 60, ocupa su tiempo absorbiendo el bombardeo informativo de los agentes de la ley. En paralelo, su marido ocupa el tiempo fuera de casa, mientras que de sus dos hijos uno intenta representar el ideal de chico bien y el otro, Pedro, descubre el amor en Eli, la hermana de quien le provee marihuana en la villa. Así, Pedro comienza a frecuentar ese mismo entorno marginal que su madre condena, y que incluso la lleva a visitar al párroco de la iglesia (en un momento muy poco oportuno) para ponerle fin a las apariciones de "los negritos" en el barrio.

De esa manera, A ver qué pasa transcurre sin focalizarse en un eje único, según admitió su director: "No hay una historia central. Algunos se quedan mucho con el tema de la seguridad, y otros se quedan con lo de Eli y Pedro, la pareja que, si bien no es lo central, a mi criterio lleva adelante la historia. Después fuimos metiendo cosas por gusto. Si me preguntás por qué al cura le hacen un pete es un chiste desubicado, algo que hizo Fellini en los 60. El tema es agarrar temas como el padre en la familia, el miedo de la gente. El miedo logra la división de clases, la discriminación. Todo eso hace a la exclusión de la gente, que está obligada a vivir en los alrededores. Desde el trato con la justicia o la escuela es diferente".

Todas esas historias permiten visualizar una Rosario que se aleja de las postales, algo que los realizadores habían planificado de antemano, al igual que el retrato de cierta rosarinidad: "Estaba pensado el tema de los diferentes lugares. Lo contrastante de la ciudad. No se filma mucho fuera de los lugares turísticos. En cuanto a la idiosincracia del rosarino, en lo cotidiano se escuchan cosas que dan para varias películas. Creo que la idea fue agarrar situaciones cotidianas. Los personajes hacen comentarios que uno escucha todo el tiempo".

Asimismo, el film recupera algunos viejos sketches de La Conjura, en una suerte de homenaje a aquella propuesta de televisión independiente y alternativa. Con ese mismo espíritu, Maydana adelantó la realización del primer Festival Pulenta de Cine y Música, encuentro que se desarrollará del 22 al 24 de agosto en el Club Italiano (Buenos Aires al 1200), donde se reunirán media docena de bandas autogestionadas y se proyectarán realizaciones audiovisuales realizadas con esa misma mecánica de generación de recursos. Todo ello permitirá además reunir fondos para presentar el largometraje en diferentes festivales. Sin embargo, según Maydana la intención es que A ver qué pasa pueda ser exhibida en espacios públicos, centros culturales y, claro, en el barrio Ludueña, allí donde se generaron buena parte de las imágenes de esta ópera prima de la productora.