Esta noche, a las 21.30, Caburoblus presentará en la Sala Lavardén su segundo disco Blues del Saladillo, editado por BlueArt Records. La banda, liderada por Caburo, recorrerá las 11 canciones que componen su nuevo trabajo, y recordará algunos temas de su primera placa. Con la base palpable del mejor blues local; en el disco, la banda fusiona otros ritmos reconocibles -funk, boogie, rockabilly- pero también se atreve con algunos toques litoraleños y de tango. La apuesta es audaz pero muy productiva, porque consiguen un sonido que trasciende y sorprende a oídos que están más acostumbrados al blues. "Viví mucho tiempo en zona sur; una etapa muy linda de mi vida, siempre mis recuerdos están metidos ahí", señaló Caburo -cuyo nombre es Juan Carlos Vitantonio- para refrendar la elección de la canción que le da título al disco.

Los músicos de la banda, en diálogo con Rosario/12, reconocen que la nostalgia sobrevuela la nueva producción. "El blues es eso, nostalgia. Si bien no estamos en el Mississipi; Rosario es una ciudad portuaria. Y si bien el blues no tiene tanta popularidad, existen similitudes", explica el baterista Pupe Barberis. "Incluso, la canción Blues del Saladillo tiene una introducción de música litoraleña"; agrega el bajista Yuli Taborda.

Grabado entre octubre del 2007 y enero de 2008, Blues del Saladillo contó como ingeniero de grabación a Juan de Toma, que además tocó piano y Hammond en dos temas. Los músicos están sumamente conformes con el sonido del disco. "La clave estuvo en la elección del estudio donde grabamos. Tiene toda una microfonía que da un marco ideal para grabar nuestra música", explicó Pupe.

En el comienzo del tema Blues del Saladillo se reconocen voces de vendedores ambulantes. Si bien están recreadas, esos sonidos no están fuera de la realidad de la época en la que el cantante compuso el tema. "En el año 76 había un pibito que pasaba siempre vendiendo bolas de fraile, cantándolas -recuerda Caburo-. Un día, muchos años después, se me acerca un tipo en una peña que tocaba muy bien la guitarra, y me preguntó si no me acordaba de él. Era el pibe que vendía las bolitas de fraile en las quebradas; no lo podía creer. Cuando armamos ese mosaico metimos también al que vendía lombrices y otro que ofrecía el pan con chicharrón".

El disco cuenta con un buen número de músicos invitados; entre ellos Carlos Moyano, que aporta con su bandoneón el aire de tango que introduce uno de los mejores temas del nuevo trabajo, Brown y Pueyrredón; compuesto por Caburo el año pasado. La idea original del cantante era poner un saxo. "Estábamos tocando y paré el ensayo porque sentía el bandoneón; no sé por qué, pero quedó muy bien", dice Pupe.

También aparecen como invitados Oscar Saleme, trompeta; Mario Olivera, saxo; Ricardo Marino, trombón; Sandra Corizzo, en coros; Marcelo Paletta, guitarra ovation; Ike Parodi, Eduardo Garea, Adriana Coyle, Pablo Vitantonio (hijo de Caburo), Diego Castañeira y el líder de Rosario Smowing, Diego Casanova; entre otros. Mientras que Ariel Fiora, el guitarrista que participó de la grabación del disco, dejó la banda para probar suerte en Europa. Para reemplazarlo esta noche, la banda eligió a Willy Echarte, guitarrista de Vudú, que ya había tocado con Caburo en La Cabureta; uno de los tantos grupos que el músico creó para marcar un antes y un después en la escena del blues local. Muchos aún recuerdan los comienzos con La Contrabanda y Tráfico en los 80.

"No es un género para estar siempre en el candelero, pero al que le gusta el blues lo va a escuchar hasta que se muera", señala Caburo sobre la extraordinaria explosión del blues en los 90, que fue diluyéndose con el tiempo. "Me acuerdo en la época en que escuchaba la Rocanblus (banda liderada por Caburo y el Bonzo Morelli) y si no ibas temprano al recital no podías entrar. Hoy esto no pasa, los pibes prefieren escuchar otras cosas", lamenta Pupe.

Los integrantes de la banda destacaron la foto de tapa del disco, realizada por Carlos Milanesi, y que está incluida en el libro Rosario, esa ciudad; de la Colección Imagen, de la Editorial Biblioteca Vigil en 1970. Además; esta noche, el artista plástico Eliseo Payva expondrá en el hall de la Lavardén la muestra Un viejo Blues, con cuadros preparados especialmente para la presentación del disco.