Mañana, a las 20, podrá verse en Cine Club Rosario (España y Tucumán, el film de origen francés de Sophie Marceau, La desaparición de Deauville, en carácter de preestreno. Se trata de una producción del 2007 que nos lleva a un relato con resonancias del cine de Alfred Hitchcock. En esta historia fantasmático-policial, el actor Christopher Lambert -últimamente un tanto apartado de las pantallas- interpreta a un detective de mediana edad que un día, fiel a las reglas del género, recibe la visita de una misteriosa mujer.

Como suele ocurrir en las historias que abren de esta manera, la seductora dama le solicita ayuda y para ello le entrega un objeto que lo conducirá a una señorial mansión, un hotel, en la ciudad costera de Deauville. Será entonces que comenzaran a suceder una serie de hechos un tanto extraños y las puertas de ese lugar abrirán a oscuros secretos del pasado.

Inquietante historia que perturba, La desaparición de Deauville se puede pensar -según algunos críticos- en un espacio en el que reconocemos aspectos de Vértigo y del film de Stanley Donen, Charada, historia que se internaba desde una trama de enigmas en el terreno de la comedia. Junto a la directora, igualmente actriz, quien en el momento de su aparición luce una peluca a lo Betty Page y lentes negros, encontramos al veterano actor Robert Hossein.

Al terminar la función de La desaparición de Deauville, a las 22, Cine Club ofrecerá su segundo título. Se podrá rever un film maldito y bizarro de 1981, Polyester, del siempre polémico John Waters. Film colorido, en la onda del cine "trash", esta obra del director de la últimamente editada Adictos al sexo nos lleva al interior de una familia disfuncional en clave de corrosiva sátira, cuyo rol femenino, que inspirara en parte al que compone John Travolta en Hairspray, lo asume la mítica figura Divine.

Polyester es considerado en la actualidad un "cult-movie", un film under que se acerca con un tono de "mal gusto" a una mirada desenfadada sobre el "american way of life". Y la crítica destacó en su momento la pareja que conforman el actor travestido Divine y el galán de entonces Tab Hunter, quien, en este film, viste la simpatía y la elegancia de un príncipe azul.

Como dato complementario, cabe señalar que en el momento de su estreno en Estados Unidos, la película se proyectó con el sistema "Odorama", implementación tecnológica que le permitía al publico asistente, mediante una plantilla que se le entregaba, percibir los olores que emanaban en el film.