Hace exactamente nueve años, el titular de la iglesia santafesina Edgardo G. Storni, actualmente procesado por abuso sexual, exigía a los "políticos" salvaguardar los símbolos religiosos de los "montajes ideológicos" producidos por los artistas rosarinos contemporáneos en donde para él sólo hacían visibles "patologías y resentimientos". Felizmente para el desarrollo cultural de la ciudad su exigencia fue desestimada por el entonces intendente Hermes Binner al apuntalar el proyecto de Fernando Farina, quien a cargo del Museo Castagnino buscaba la concientización social del arte contemporáneo para su posterior institucionalización. Asentándose sobre una exitosa articulación entre la esfera pública y privada (Fundación Antorchas﷓Fundación Castagnino) este proyecto tiene además el mérito de gestarse en medio de la crisis económica del 2002, dando como resultado la creación de la colección de arte contemporáneo más importante del país y del nuevo espacio que la contiene ubicado en los ex silos Davis a orillas del río Paraná. El desarrollo del arte contemporáneo ha sido sin dudas una política de Estado, lo que, por otra parte, le reportó visibilidad y trascendencia a la ciudad como un valioso referente cultural de la Nación. De hecho, a medida que la colección se iba formando, el equipo curatorial del nuevo museo iba aguzando estrategias para su legitimación dentro y fuera de Rosario. Mientras tanto, también las exposiciones con parte de su acervo, como la exhibida en el Centro Cultural Recoleta en 2006, tuvieron una alta repercusión, y demostraron que el arte contemporáneo tiene vida mucho más allá de Buenos Aires.

Hoy el MACRo, con casi sesenta obras de su colección desembarca en la capital provincial con una exhibición que según su curador, Marcelo Villegas, "no tendrá un recorrido cronológico lineal sino que intentará desplegar en un mismo espacio expositivo, un recorrido visual que abarque los infinitos niveles y ejes visuales en los que se ha desarrollado el lenguaje del arte contemporáneo". Y así, los santafesinos podrán ver obras de reconocidos artistas como Rogelio Polesello, Marta Minujin, Liliana Porter, Nicola Costantino, León Ferrari, Graciela Sacco, Román Vitali, Carmelo Arden Quin, Gyula Kosice, Guillermo Kuitca, Ana Eckell, Edgardo Antonio Vigo, Marcos López, Federico Peralta Ramos, Gumier Maier, Pablo Suárez, Grete Stern y Nicolás García Uriburu, entre otros. El proyecto de llegar al Museo Galisteo se sostiene en la convicción de que la trascendencia de las obras debe ser experimentada, pensada y disfrutada en otros ámbitos más allá de Rosario. "Creemos y esperamos que será la primera de una serie de intercambios que nos enriquezcan culturalmente y contribuyan a aproximar aún más dos ciudades que merecen trabajar en la convergencia de proyectos y en la colaboración mutua" sostiene el director artístico del Museo Castagnino+MACRo, Roberto Echen, interpretando, quizás, los deseos del gobernador en su búsqueda por dar forma a un nuevo proyecto cultural para Santa Fe.