Ni joven ni efímero, según él mismo destaca para reforzar la gracia, Coki Debernardi cerrará esta noche el ciclo que a lo largo del año llevó adelante el Centro Cultural Parque de España. Desde las 22 en el Patio de los Cipreses, y con fiesta incluida, la clausura de temporada tendrá como condimento especial el regreso del cantante y guitarrista a un escenario rosarino, a casi un año de su última actuación en la ciudad con los Killer Burritos, el trío que desde hace ya algún tiempo conforman Julián Acuña di Maurizio (guitarra), Tito Barrera (batería) y Eloy Quintana (bajo), y que le aportó al ex Punto G el marco de visceralidad ideal para que encuadrara sus canciones.

Aunque no es sólo Coki el que ha sacado provecho de la solidez del grupo, sino que en los últimos meses Fito Páez tomó al cuarteto como banda estable para llevar sus hits a un (feliz) terreno de furia. Para Coki la experiencia resultó lógicamente positiva: "Es como que todo lo que aprendés tocando con alguien más grande lo aplicás en la banda, pero nosotros todo lo que sabíamos mucho lo aplicamos en la banda de Fito y aprendimos un montón de otras cosas que eran diferentes. Nosotros estamos poniéndonos como banda de Fito pero con nuestro sonido dentro de su banda. Toda esa energía y esa pared de sonido se traslada a otro músico, y a la vez nos adaptamos a él, de quien aprendimos un montón de cosas".

La combinación fue lo suficientemente efectiva como para que Páez los apuntara como la mejor banda de rock del mundo, y destacara las versiones del cuarteto ante diversos micrófonos. "Nos complementamos muy bien. Está su música, sus acordes y su fineza con nuestra brutalidad y empuje. Por suerte se logró un equilibrio que estuvo bueno", admitió Debernardi, líder de un grupo que, de pronto, se descubrió ante situaciones inesperadas: "Fue muy raro para nosotros, porque pasamos a tocar para públicos eufóricos, que es muy diferente. Y en grandes lugares, porque hicimos nuestro debut para 12 mil personas, y después pasamos a 200 mil en el festival Alas con Cerati. Fue todo bastante raro, tampoco fue normal mostrarle los temas de Cerati a Cerati para ver qué le parecían nuestras versiones, nuestras cosas. No porque sea Cerati ni mucho menos, sino porque son cosas desconocidas también para nosotros. Porque ni siquiera hacíamos covers de música de Argentina. No estamos acostumbrados".

Protagonistas de "un año inolvidable", los músicos giraron por diversos escenarios en medio de un período poco creativo para el cantante, que admitió: "Coincidió con una sequía mía en cuanto a que no terminé de redondear un álbum. Ahora sí lo tengo, no sé muy bien para dónde va a ir pero sí lo tengo redondeado, con algunas canciones que tenemos en vivo. Por eso pusimos muchos demos en el MySpace, para que la gente vaya viendo qué pasa... También nos pasó que no queríamos tocar porque no nos parecía adecuado, habíamos hecho shows muy lindos, muy cuidados, y no teníamos mucho para decir. No queríamos hacer esos shows de fin de año para sacarle guita a la gente y así pagar las deudas. Como por suerte no teníamos ni deudas ni esa necesidad, nos llamaron del Parque de España para hacer esto y nos parecía buenísimo poder tocar para la gente sin ninguna presión de mostrar algo nuevo. Además me cerraba mucho el título de Joven y Efímero, porque no había tocado nunca bajo un título que tenga tan poco que ver conmigo. Me parecía muy agradable tomarme el pelo a mí mismo, me parece más válido que yo mismo me tome el pelo a que me lo tome otro".

A partir del nivel de exposición derivado de su carácter de acompañantes de Páez, los músicos abordarán la grabación de un disco sobre el que se posarán nuevos oídos. O no tanto. "Con Fito me di cuenta de que a la banda la conoce mucho más gente que la que pensaba --reconoció Coki--. Incluso fuera de Argentina, es muy sorprendente ver gente de otros países que te dice, naturalmente, que nos conocen mucho. Se ve que la internet hace éso, pero es muy extraño encontrarse con esas situaciones. Y sí, es un momento en el que la banda está muy afianzada, pero igual hay que esperar. Hasta que no está el disco ahí yo no me creo nada, hasta que no está terminado no me lo creo mucho. Ahora tengo las letras cerradas y muchas cosas que me gustan, pero no me pongo plazos porque me parece que hice algunos discos que están buenos y quiero hacer uno mejor. No quiero bajar de algunas letras que he escrito y algunas músicas que he hecho".