Según contó ayer el director artístico del museo Castagnino, Roberto Echen en una entrevista exclusiva con Rosario/12, "2009 va a ser un año fuerte". Muestras y libros de los artistas rosarinos Rubén Baldemar y Eduardo Serón; una muestra de Jorge Demirjián, dos del Castagnino+Macro en Salta, dos insólitas residencias de artista y una Semana del Arte que incluya a 10 ciudades son algunos de los proyectos que, con la ayuda de la Fundación Castagnino y la Secretaría de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe, piensa poner en práctica el Castagnino en el año que recién empieza.

-¿Qué planes tiene el Museo Castagnino para este 2009?

-La Municipalidad aparentemente este año tiene menos plata para darnos que el año pasado pero nosotros seguimos, seguimos apostando. Va a ser un año fuerte. Fuerte por varias cosas. El Museo sigue con lo que empezamos en Macro en Recoleta y Macro en el Galisteo. Este año vamos a Salta. Vamos al Museo de Arte Contemporáneo de Salta con el Macro y al de Bellas Artes de Salta con el Castagnino. Así que vamos a hacer, en simultáneo, las dos zonas de la colección en Salta. Por otro lado ahora nomás, en febrero, se inauguran en Salta, en el MAC, las incorporaciones de Salta al Castagnino+Macro, porque estamos por incorporar más de 20 piezas de la escena salteña. Estamos viendo de darle, por fin, una forma bien definida a nuestras incorporaciones. Sobre todo porque eso también tiene que ver con la Fundación Castagnino.

-¿Además, a través de la Fundación, planean hacer adquisiciones?

-Claro. La idea es siempre trabajarlo coordinadamente con la Fundación. Vamos a seguir con las incorporaciones a través del programa Matching Funds y por otros medios que no sean donaciones, y este año empezamos a sistematizarlas. Empezamos a incorporar en el 2000, pero nos llevó todo este tiempo ir aceitando el dispositivo de incorporación. Ya le estamos dando una forma que nos va a servir para hacer muy claras y transparentes las incorporaciones. Vamos a tener el programa escrito y publicado, lo que va a mostrar además cómo las escenas regionales se han ido incorporando desde el criterio que la mirada de la escena tiene que ser la mirada de la escena sobre sí misma, no nuestra mirada de la escena. Porque, si no, vamos a hacer lo mismo que queríamos tratar de evitar cuando pensábamos en descentralizar desde el hecho de que la Argentina estaba centralizada en la mirada porteña. Si descentralizar va a implicar simplemente cambiar de lugar el centro, entonces no hicimos nada. Descentralizar tiene que ser descentrar, para nosotros.

-Esto habla de un museo que está empezando a pensarse a sí mismo como museo nacional...

-Nacional y te diría casi regional. Ya estamos en esa instancia. Incluso la internacionalización va más allá de la región. Empezamos el 2008 con el Palais de Tokio (institución de París, Francia). Y el 2009, con la fiesta de fin de año, el 31 a las 12 de la noche y con algo que sí tiene que ver con esta proyección regional del Museo, que es una muestra de artistas uruguayos contemporáneos, que está ahora en el Macro y que la curó Jacqueline Lacasa. El Macro está funcionando como este lugar resplandeciente, que le da visibilidad, que irradia, y el Castagnino es el padre sólido que le da un piso al Macro. Y en esa dialéctica están funcionando las dos sedes. Jacqueline Lacasa es una artista uruguaya, directora del Museo Nacional de Artes Visuales que está en Montevideo. Y ella nos propone una idea que ya estamos armando, la del Macro en el Artes Visuales de Montevideo. La propuesta es de ida y vuelta: ella trae artistas uruguayos contemporáneos al Macro y nosotros llevamos artistas de la colección de arte contemporáneo argentino al Artes Visuales de Montevideo.

-Se puede hacer eso con artistas latinoamericanos en Miami, de Chile, de Brasil... Con Brasil ya lo hicieron...

-Con Brasil, con Chile (Bio Bio / Paraná) y con Venezuela, una muestra curada por Marcela Römer. Esa proyección también hace que podamos trabajar en contacto mucho más estrecho con otras instituciones de Rosario. Con el CEC vamos a repetir la feria La Fugaz, replanteada con una base bien firme, para coleccionistas interesados, y así estimular el mercado.

-¿Hay idea de subsidiar la producción artística?

-En este momento lo que sí estamos haciendo, con un subsidio de la provincia, son dos programas de residencias. Empezamos el año pasado en Melincué. Lo que planteamos el año pasado con Carlos Herrera y con Eugenia Calvo fue hacer otro tipo de residencias. Queremos que el artista vaya a un lugar en que su venida pueda ser un estímulo para que surja una producción: una ciudad muy pequeña, un pueblo, o ese tipo de espacios que no están habituados al arte. El año pasado hicimos una selección y la ganaron Alberto Goldenstein (el fotógrafo curador de la fotogalería del Rojas) y José Pfaffen. Se fueron los dos 15 días a trabajar a Melincué. Goldenstein ya tiene una producción que la vamos a mostrar este año, el 7 de mayo, cuando lancemos la próxima residencia en Melincué. A Marcelo Romeu le encantó la propuesta y por eso le llevamos otra, que es la residencia en una industria, del tipo que sea, de la provincia. Nosotros tenemos más o menos un perfil del artista, del que sabemos que puede llegar a trabajar con el tipo de industria que le proponemos. Esa residencia se establece con alguna industria o fábrica de la zona que se interese por este intercambio con artistas. Norma Rojas ya está trabajando con la Cristalería San Carlos. En el 2009 va a mostrar junto con el Salón de Diseño.