Inspectores del Ministerio de Trabajo provincial dejaron ayer una copia del acta de suspensión de actividades en las obras de la facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). La medida fue tomada luego que la ONG Manos a la Obra denunciara la semana pasada que los obreros estuvieron trabajando en contacto con asbesto, un material tóxico que desde el 2001 está prohibido manipular en Argentina. Luis Ortega, subsecretario de Trabajo de la Provincia indicó a Rosario/12 que ordenaron la suspensión, "pero desde la empresa, que ni siquiera dio el nombre, argumentaron que no teníamos ámbito sobre la Nación. Por lo tanto, dejamos en la guardia una copia del acta de suspensión, y mañana (por hoy) vamos a ir con el ministerio de Trabajo de la Nación y suspenderemos la obra". Por su parte, el subsecretario de Políticas Edilicias de la UNR, Guillermo Bas, dijo que "todas las empresas que trabajan para la Universidad están anotadas y tienen todo en regla".

La semana pasada, Narciso Canteros, de Manos a la Obra explicaba que el asbesto "produce cáncer de pulmón" y en la obra de la Facultad de Psicología "hay diez personas sometidas a este riesgo. Existe un documento que data del 2005 en el cual se establece que este compuesto tóxico está en las chapas de cemento".

Para establecer la suspensión de la obra en la facultad de Psicología ubicada en la Ciudad Universitaria, el inspector del ministerio de Trabajo provincial, Pedro León, indicó a LT8: "Ellos, como empresa, deben acreditar un programa de manejo de este tipo de material contaminante. El programa debe estar aprobado por la ART, cosa que no constatamos. La gente está con elementos de seguridad, pero no nos están acreditando ningún tipo de papelería correspondiente a la ART, capacitación y todo el programa de trabajo como corresponde".

Consultado por Rosario/12, el subsecretario de Políticas Edilicias de la UNR, Guillermo Bas, señaló que "toda la documentación está en la Universidad; sin eso, ninguna empresa puede contratar. Además, existe un protocolo de seguridad, que es parte del pliego de licitación y todo eso está en la documentación. La empresa, cuando firmó el contrato con la Universidad, sabía de qué estaban hablando".

Respecto a la polémica por el asbesto, Bas manifestó que "la planta de ese edificio es de fibrocemento. El edificio está en proceso de obra porque se va a demoler progresivamente y se construirá uno nuevo para la facultad de Psicología. Los pabellones tienen 40 años, y en ese momento el fibrocemento estaba habilitado; lo que no se permite ahora es su fabricación. En este sentido, nadie corre peligro dentro de la facultad porque el problema se da cuando se produce una rotura de la placa; si no se rompe no pasa nada. Pero además, para asegurar que no haya un desprendimiento, se le dio una mano de pintura especial".

El funcionario de la UNR agregó que en el protocolo de seguridad "figuran absolutamente todas las formas de retirarlo, ya que cada chapa se debe sacar, apilar, envolver y llevarla. Y lo que se llevó, se envolvió como corresponde porque está en el contrato con la empresa".

Bas explicó además que se trata de una obra muy pequeña, "es el desmantelamiento de una cubierta. En el caso de las obras de la Universidad es distinto a la reglamentación de las obras municipales. Nosotros, por ejemplo, no pasamos por Obras Particulares. La documentación no tiene que estar en obra si no que tiene que estar en la dirección de Contrataciones de la Universidad; una empresa que contrata con el Estado debe tener todo en regla", precisó.

En este sentido, Ortega destacó que le pedirán a la facultad de Psicología que les informen cuál es el nombre de la empresa contratista que ayer se negó a presentar un plan de trabajo y las normas de higiene y seguridad sobre el traslado de estas chapas. "Más allá de las formalidades, nosotros tenemos que cuidar la salud de los trabajadores; y si hay que suspender lo vamos a hacer", adelantó el funcionario. Por su parte, Narciso Canteros consideró que "hay algo oscuro; el que dijo ser responsable de la empresa no se quiso identificar ante los inspectores. Indigna el accionar en desmedro de la salud de los trabajadores -que en su momento eran 10 y ahora quedaron tres- llevan 20 días en contacto con el material, que es cancerígeno. Encima, desde la Universidad tienen la caradurez de decir que tienen todo en regla".