Sublevarse y sacar a la luz. Rebelarse y revelar. En ése juego de palabras -resaltado gráficamente en los afiches del certamen- se concentran los principales objetivos de "Mujeres Reveladas", el concurso impulsado conjuntamente por el Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe y el Sindicato de Prensa de Rosario. Distribuido en tres áreas (fotografía, documental y ensayo), y dividido en dos categorías (profesional y general), abarcará todo el territorio provincial, con el objetivo de lograr un relevamiento en torno a la realidad social de las mujeres santafesinas.

Los trabajos ganadores recibirán un incentivo económico (lo que alcanzará a un monto total de 12 mil pesos) y formarán parte de publicaciones y muestras que recorrerán todo el país. "Lo interesante de este concurso es que al extenderse a toda la provincia va a encontrar disparidades, situaciones muy distintas entre las grandes ciudades y las localidades más lejanas -distinguió Chiqui González, ministra de Innovación y Cultura-. Los soportes lingüísticos de ensayo, fotografía y video, son bien propios de la cultura. Los premios son importantes, porque se van a hacer muestras y ponencias con los trabajos ganadores, es una posibilidad más que interesante para poder hacer un estudio de género en la provincia de Santa Fe. Nos es híper grato ir juntos con el Sindicato de Prensa de Rosario, pero también nos va a servir de diagnóstico de la situación general de la mujer de la provincia".

Por su parte, Alicia Simeoni, integrante del grupo organizador por el SPR, resaltó que el certamen está abierto a "todas las personas, hombres y mujeres que vivan en el territorio provincial, y cuyo tema tratado se desarrolle en la Provincia y que tenga a las mujeres como protagonistas". Y en relación a las características de los trabajos, remarcó: "Se busca que haya una mirada de género, con la utilización de un lenguaje no sexista, inclusivo y democrático. Porque todos los días hay fotografías de mujeres en un rol que nos coloca siempre en el lugar que tradicionalmente asignó la sociedad, en el ámbito privado, en el ámbito exclusivamente de lo doméstico. La mujer es la madre, la cuidadora del hogar y los enfermos. Por cientos de años la división del trabajo, desde el punto de vista sexual, también tiene una conexión con la división del trabajo desde el punto de vista económico".

"Por nuestro propio trabajo estamos acostumbrados a movernos en un ámbito donde nos parece que se ha roto esa división del trabajo -completó Simeoni-. De todas maneras, los lugares de mayor exclusión, mayor pobreza y atraso, son los lugares más conservadores. Si el hombre no tiene trabajo, pasarán hambre, pero no asume un intercambio de roles con la mujer en el cuidado de los hijos, en las otras tareas que tienen que ver con una economía doméstica. Y sin la solución de la economía doméstica no hay un desarrollo de la sociedad posible. A los hijos hay que educarlos, criarlos, a los ancianos hay que cuidarlos. Lo que es justo que haya una equidad en el reparto de estas tareas, que le permita a la mujer salirse un poco del rol tradicional".