Y al sexto día, la gente de la calle apareció. La encontraron los invitados al XVII Festival Internacional de Poesía, literalmente y sin metáfora, en la maratón poética matinal del sábado en la explanada de la plaza Montenegro (San Luis y San Martín), donde leyeron un poema cada uno, contentos de que los transeúntes se detuvieran a escucharlos.

El compartir herramientas del oficio, los diálogos fecundos, los comienzos de grandes amistades forjados al calor de vinos interminables: todo esto y mucho más le deja a Rosario este Festival, entre cuyos logros perdurables se destaca la edición de un libro de ensayos escogidos de Francisco Urondo: Veinte años de poesía argentina y otros ensayos. Poeta, crítico y militante político, muerto violentamente en 1976, Urondo fue homenajeado en esta edición del Festival, donde se le dedicaron varios eventos en las diversas sedes: una obra de teatro, una muestra de fotos, charlas, lecturas y un film documental de Daniel Desaloms, La palabra justa.

"En una materia nos enseñaban/ que vos empuñaste un fusil/ buscando la palabra justa/ la única vez que empuñé un arma/ "un 38 corto"/ fue para asustarme y dejarla en el armario/ de una casa antigua.// Yo también busco esa palabra/ ¿y qué?/ No tengo fusil, ni el 38 de mi cuñado/ no tengo ganas de comprarme un fusil/ no quiero ir a la armería/ a buscar la palabra justa". Los versos pertenecen al poeta rafaelino Francisco Marzioni.