Algo demorado como producto de la intensidad laboral que se aparejó a su desembarco en Buenos Aires, el primer disco de la cantante rosarina Noelia Moncada se presentará finalmente en la ciudad. El concierto, que tendrá lugar esta noche a las 21.30 en la Sala Lavardén, permitirá reencontrarse con una cantante que va consolidando su estilo personal, hecho que ha quedado plasmado en "A tiempo". Un disco cuyas características implicarán dos momentos claramente diferenciados en el concierto: en un segmento Moncada estará secundada por la sólida orquesta El Arranque, mientras que otra parte tendrá que ver con un costado más experimental.

"Ahí vamos a usar pistas -adelanta la cantante a este medio . Una está hecha con sonidos de cajitas de música sampleadas, y sobre éso se hace `Volvió una noche`. Otro tema está armado con ocho armónicas superpuestas, y la armónica principal la va a hacer como invitado Franco Luciani (que grabó todas las demás), con quien seguramente haremos algún temita más. Y vamos a hacer una obra electroacústica, porque con un mini disc se grabaron sonidos de mi barrio y sobre ésos ruidos, que hacen una armonía, canto `Barrio pobre`. Escénicamente va a pasar algo distinto".

Aun joven, Moncada ya se ha ganado un lugar de respeto que, en ocasiones, también la toma por sorpresa: "Hubo un tiempo de acomodamiento en el que tuve la posibilidad de actuar con Raúl Garello, con Julio Bocca, y desde adentro sé qué repercusión tuvo sobre mí, de cuánto me sirvió. Pero no estoy mirando qué pasa afuera con éso, y de pronto cuando hay alguna situación que me hace ser consciente de mi carrera, resulta sorpresivo. Por ejemplo, hay mucha gente joven, a quienes considero colegas, gente que está empezando a cantar hace dos o tres años atrás, y para ellos soy referente. No lo puedo creer, es muy lindo, porque uno la está remando, tratando de progresar, de conseguir nuevas cosas, entonces no te ves nunca como referente. Aparte si la ves desde ese lugar cagaste, te quedaste en el molde. Pero está bueno, hay un respeto que está como instalado".

Lejos de relajarse en ese lugar, Moncada prefiere reconocer a quienes la acompañaron en su camino de consolidación: "Tuve la suerte de foguearme con gente como Emilio Balcarce (director de la Orquesta de Buenos Aires), Garello, El Arranque, o la experiencia de hacer en el exterior `María de Buenos Aires` por recomendación de Horacio Ferrer. Ese tipo de cosas, que tienen tanto tango en esencia, me dan una seguridad, como que tengo una buena escuela hecha".

Pero hay más en el horizonte privado de la cantante: "Hay una búsqueda un poco más fina de cómo pulirme, qué repertorio interpretar, de pensar en un próximo disco y con quién lo voy a hacer. Está buenísimo haber trabajado con El Arranque, me encantó, y además soy la cantante de la orquesta, pero ya estoy probando otras cosas que me están gustando, como para poder grabar un segundo disco y seguir investigando".

Para Moncada, el camino para consolidar una línea personal tiene que ver con "encontrarse en cada tango", frase que acaba de adoptar en esta nueva visita a la ciudad. "Hay que encontrarse en cada letra, buscar adónde estoy yo. Hay algunos tangos que no siento que cuenten, enteros, mi historia. Sin embargo hay dos o tres versos que dicen algo que realmente tienen que ver con algo que me ha pasado, que me interesa, me entristece, que me pasa algo con ésa frase. Entonces vale la pena cantar ese tango, porque va a tener una cara de verdad que está bueno transmitir. La gente agradece éso, que le dejes ver qué te pasa. Yo también agradezco éso como público, que el artista abra su corazón. Y cada uno es distinto, entonces si el artista abre su corazón y pone eso en el asador, ahí está su estilo. Creo que va por ahí".