Hoy a las 17 en la Sala La Manzana (San Juan 1950) la Compañía Teatral Rapalá presentará la última función de "Natacha (Súper, Extra, Triple, Desconcierto General)" basada en textos de Luís María Pescetti. El elenco integrado por Luciana Reciuto y Griselda García volvió a contar con la dirección de Ana Laura Ciaramella Bellati, responsable también de la puesta en escena. El grupo que nace en el 2005 con el estreno de "Historias de los Sres. Moc y Poc", basada también en un texto escrito por el reconocido educador y autor; recorrió varios escenarios con ese espectáculo que participó al año siguiente en el Festival de Teatro Infantil de Necochea y en el 2007 fue seleccionado para representar a Rosario en el "Festival de Teatro del Valle de Punilla" en Villa Giardino.

En octubre de este año Rapalá estrena "Natacha" en base a una adaptación de distintos fragmentos de la historia del personaje creado por Luís María Pescetti, para la puesta en escena. Los integrantes del grupo dialogaron con Rosario/12 acerca de un espectáculo que se desarrolla en una zona de superposición entre el teatro para niños y el teatro para adultos.

"Esta obra se inscribe dentro del llamado `teatro para toda la familia', que interesa tanto al público infantil como adulto; involucrando al espectador infantil desde un régimen de experiencia cultural que le es específica, ya sea por interiorización de los creadores o por apropiación del público infantil, se trata de un espectáculo destinado a chicos y grandes", explicó Griselda García.

Rapalá se propone un teatro para niños bien hecho, encarado con seriedad y compromiso por la calidad del producto y del mensaje que transmite, tal y como se encararía una obra teatral para adultos.

"La obra gira en torno no sólo al sentido de la vista, sino, en mayor o menor medida, a todos los otros sentidos, y además, a las emociones, a las sensaciones, a los deseos y a la memoria. Se basa en un concepto de percepción inteligente, en el que percibir es comprender".

Según sus creadores la obra pretende despojar al niño del "deber ser" reafirmándolo como individuo, desarrollando una imaginación que no implica solamente invención; sino también pensar en imágenes. Para la directora Ciaramella Bellati, otro elemento clave de la obra es el juego: "no solamente el que los actores realizan en el escenario, sino el que se despierta en el niño, un juego que nos enseña a conocernos ;tanto a niños como a adultos, nos hace dar los primeros pasos, nos abre las puertas al mundo que nos rodea, nos permite percibir el tiempo y el espacio transformándose en una actividad de aprendizaje, de libertad, de desarrollo, de crecimiento, de comunicación, de participación y de catarsis".

La historia de Natacha es el disparador para el juego...

-Tanto Natacha como su mamá cohabitan un espacio escénico desnudo, en el cual los objetos se les aparecen, se les presentan, emergen de algún lugar y comienzan a interactuar con los mismos creando la escena. Logrando fusionar diversos géneros: Teatro de actores, de títeres y de objetos.

La estructura dramática de la obra está armada en base a diálogos y monólogos hilvanados por un hilo conductor que es el transcurso del tiempo en la vida de Natacha, algo que se ve reflejado tanto en el crecimiento de la nena como en el de su perro, Rafles.

Las situaciones por las que atraviesan los personajes de la obra de Pescetti, hablan de una cotideaneidad en la que todos los espectadores, sean hijos o padres, se van a ver reflejados y esto es uno de los objetivos fundamentales de la adaptación que hace la Compañía Rapalá.

"En síntesis, se trata de construir un espacio donde habite la fantasía, la sorpresa y la diversión, generando una poética que el niño comprenda y disfrute; por eso los dos personajes generan diálogos divertidos, planteos absurdos, confusiones, estrategias paternas para intentar convencer a los hijos, preguntas de difícil respuestas", acota García.

¿Cómo trabajaron la construcción de los personajes?

-Los personajes de Natacha y su mamá fueron construidos a partir de la técnica de clown, mestizándose posteriormente con la estética del cómics y los dibujos animados y respondiendo a las necesidades de la puesta en escena, las actrices se entrenaron en técnicas de Contact y Danzas Arabes con Alejandra Anselmo.