En ocasión de su distinción como ciudadano ilustre de Buenos Aires, Juan Gelman recitó algunas poesías acompañado por otro nombre notable del arte argentino, el bandoneonista Rodolfo Mederos. Más tarde, un asado brindaría el marco propicio para consolidar un anhelo: el de convertir a ese encuentro en un espectáculo compartido. Durante algún tiempo, la propuesta quedó latente como intención. Hasta que, en 2010 y con motivo del centenario de Casa América Catalunya, el director de la entidad, Antoni Travería, abrió con su invitación la posibilidad de concretar aquel deseo. Por pedido expreso de Gelman, Cristina Banegas fue convocada entonces para asumir la dirección, y de esa manera fue cobrando forma el trabajo que mañana, a las 21, brindará una única función en el Teatro Príncipe de Asturias del Centro Cultural Parque de España.

Con las imágenes creadas por Juan José Cambre y el diseño de iluminación de Marco Pastorino, Banegas buscó una puesta que no eclipsara a las figuras en escena: el propio Gelman en la lectura de sus obras y el Rodolfo Mederos trío que el bandoneonista comparte con Sergio Rivas (contrabajo) y Armando de la Vega (guitarra).

Así lo apuntó la directora, que en diálogo con este medio brindó detalles de su búsqueda: "Era una puesta que debía ser absolutamente austera, porque la sola presencia de ellos en el escenario es tan poderosa que no merece mucho más. Convoqué a Marco para que hiciera una puesta de luces teatral, enmarcarlos a ellos y crearles un fondo que es esa especie de tai chi visual que son los follajes de Cambre, que me parece estéticamente muy pertinente. Imágenes que van acompañando los diferentes climas, los diferentes momentos y estados por los que va atravesando la narrativa del espectáculo".

A ese marco hay que sumarle la música compuesta por Rodolfo Mederos, que previo al estreno de la obra en Barcelona (a fines de septiembre de 2010) había apuntado: "La poesía de Juan Gelman es un sentimiento. La música que he creado para este espectáculo se funde con ella, la sostiene. Y eso me animó a embarcarme en el intento". "Salvo dos o tres tangos, temas populares conocidos, que hace en un pequeño interludio, todo lo demás son tangos, milongas y valsesitos compuestos especialmente --destacó Banegas a Rosario/12--. La experiencia en Córdoba y Mendoza fue alucinante (NdR: ciudades que formaron parte de una gira que el viernes llegará al Teatro 1 de Mayo de Santa Fe). La gente los ovacionó de pie, fue muy fuerte, muy conmovedor. Por momentos la gente se reía, aplaudía, había un diálogo muy vivo, muy entrañable. Creo también que escucharlo a Juan leyendo sus poemas es muy entrañable".

Si de los poemas se trata, una anécdota pinta la enorme producción (y el fino humor) de Gelman. "Con Juan nos mandábamos mails y yo le decía que iba a tener un lío para elegir --relató Banegas--. Conozco mucho su obra y sé que tiene escritos una cantidad de poemas de amor, y él no entendía mucho de lo que le estaba hablando. Pero un día me llegó un mail de él que me hizo reír sin parar. 'Yo que creía que era un poeta revolucionario, tengo una cantidad de poemas y se me hace dificilísimo seleccionarlos' (risas). De hecho desde el estreno en Barcelona hasta aquí Juan cambió varios poemas. El está haciendo un trabajo titánico, su obra reunida que son mil y pico de páginas, entonces en esa revisión encontró otros poemas".

Al listado de textos seleccionados por Gelman, se suman además algunos solicitados por la propia directora, entre los que se cuenta "La dueña". "Es un poema muy sintético, con un último verso fuera de serie, recontra Gelman", graficó Banegas, responsable de redondear una obra de características únicas, fruto del encuentro, de la pasión compartida por la música y la poesía. Y atravesada, claro, por las palabras de amor del poeta revolucionario.