Viernes, 9 de marzo de 2012 | Hoy
CULTURA / ESPECTáCULOS › MUSICA. HUGO FATTORUSO Y EL JAPONéS TOMOHIRO YAHIRO EN ROSARIO.
El histórico músico uruguayo encontró en el percusionista a un ladero con el cual seguir abriéndose camino a nuevas combinaciones estilísticas, a partir de la interacción de dos historias musicales que ya dieron frutos en común.
Hace poco menos de un año, Hugo Fattoruso volvía a Rosario para ponerse al frente de Rey Tambor, el proyecto que le permite llevar el legado del candombe a distintas partes del mundo. Esta noche, el influyente pianista (pero también percusionista, acordeonista y cantante) llegará una vez más a la ciudad, aunque con un único acompañante: el japonés Tomohiro Yahiro, percusionista al que conoció durante una de sus visitas al país de oriente y con el que, hace ya cinco años, le dio forma a Dos orientales, disco con el que comenzaron a asentar una relación que corre por diversos carriles musicales y que derivó en el proyecto que hoy, a las 21.30, se presentará por primera vez en la Sala Lavardén de Sarmiento y Mendoza.
La relación entre Hugo Fattoruso y Tomohiro Yahiro tuvo un primer acto allá por 1985, cuando el músico uruguayo llegó hasta Japón como integrante de la banda de Djavan. Desde entonces, y hasta ahora, el pianista realizó 15 giras en las que recorrió distintas ciudades japonesas, con diversos proyectos. Fue precisamente previo a una de sus visitas a oriente cuando Fattoruso fue puesto al tanto del talento de Yahiro, a quien contactó previo a su partida.
La anécdota indica que, después de casi un día entero de viaje, el hall del hotel donde Fattoruso debía alojarse fue el escenario para un primer encuentro que, esa misma noche, encontraría al uruguayo grabando junto a Speak and spam, la banda que por entonces integraba el percusionista japonés. Sin embargo, la consolidación del proyecto llegaría recién con el registro de Dos orientales en 2007, el álbum en donde combinaron sus diversas experiencias musicales en obras propias, pero también en personales versiones de composiciones ajenas.
Desde entonces, las visitas de Fattoruso a Japón se intensificaron, y dieron lugar no sólo a una constante interacción con Tomohiro, sino además a nuevas colaboraciones. De esa manera, las giras del uruguayo se hicieron cada vez más extensas, dividiéndose en conciertos con los proyectos que llevaba desde su país de origen (ya fuera en trío o junto a Rey Tambor), y en las presentaciones que realizaba en formato de dúo con el percusionista o bien con grupos que lo tenían como integrante. Ese fue el caso de Gaia Cuatro, formación de cuerdas liderado por la violinista Aska Kaneko, para la que Fattoruso compuso además algunas obras.
Producto de la conexión lograda con Tomohiro Yahiro, el año pasado se editó Orienta, placa que tuvo una pre-nominación a los Grammy en el rubro World Music, y donde la dupla saca a relucir el fruto del entendimiento logrado en estos cinco años. Un entendimiento que ya se lucía natural en Dos orientales, donde las críticas ya habían destacado el grato resultado del encuentro.
En ese marco, el interesante proyecto Club del disco publicó una breve reseña de la obra, en la que distinguió: "Podríamos detenernos en cada gema de este disco y desmenuzarlo con microscopio, pero es preferible llevarse la sorpresa de escucharlo con atención y reverencia para que quede algo de misterio. Sólo digamos que lo que hace el japonés Yahiro da para pensar si no habrá nacido en Río de Janeiro, en Montevideo o si no será un familiar perdido de los Fattoruso, hinchando por Peñarol en algún barcito de Tokyo o Yokohama... Es un fantástico músico y gracias a su capacidad y swing, que se acoplan a la perfección con esa prodigiosa mano izquierda de Fattoruso y a las melodías que surgen de las progresiones armónicas de su mano derecha, parezca que nos encontramos, por momentos, ante un trío o aún un cuarteto".
Conocido tanto por su labor en grupos fundacionales del rock rioplatense --como Los Shakers y Opa-- como por sus colaboraciones con los artistas más importantes de la música sudamericana, Fattoruso es un músico cercano al público de la ciudad, que esta noche tendrá la posibilidad de descubrirlo en su nuevo proyecto junto a Tomohiro, percusionista nacido en Japón en 1961 pero que se crió en las Islas Canarias, donde formó parte de distintos grupos de rock.
A los 18 años regresó a su país natal, donde continuó recorriendo el circuito rockero. Después de una década en la que participó activamente de esa escena, en los 90 se volcó hacia el jazz, desde donde comenzó a fusionar diversos géneros. Entre esas experiencias, cruzó su camino con Fattoruso, con quien sigue solidificando su conexión oriental.
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