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Desde diversos lugares, a lo largo de experiencias varias, los componentes de Aveimán sabían de sus capacidades individuales, hasta que decidieron ponerlas en juego conjuntamente. Es que el valor grupal es el preponderante en el proyecto que conforman Sandra Corizzo (voz, guitarra, piano y composición), Javier Allende (batería y voz) y Ariel Migliorelli (bajo y voz), el trío que esta noche (a las 21 en McNamara) volverá a interpretar las canciones de su primer disco, bautizado con el propio nombre del grupo.

Ariel Migliorelli, bajista que después de trabajar como técnico en la grabación de los discos anteriores de Corizzo aceptó la propuesta de la compositora de darle forma al proyecto, reforzó el valor grupal que marca los pasos de Aveimán. "Sandra tenía unas canciones y las venía pensando en un formato de este tipo. Yo estaba con mi banda, Fargus, y con otros proyectos, pero habiendo trabajado tanto con Sandra y pensando en lo que podía llegar a venir me interesé en el proyecto. Y me pareció fundamental la idea de Sandra de que se trabajara grupalmente. La música es distinta cuando todos ponen una parte, no suena solamente lo que uno tiene en la cabeza", apuntó.

En ese sentido, el resultado sonoro en Aveimán es amplio, producto de la diversidad que ha marcado la trayectoria de sus componentes, y que va desde el jazz y el folclore hasta el rock, pasando lógicamente por la canción. "En este caso lo que está primero es la canción --reconoció Migliorelli--. Pero es para destacar lo ecléctico del proyecto y cómo se ensambla desde diversos lugares. Es un trabajo bastante arduo el que hicimos para encontrar esa fusión. Que creo que es la que le da al disco la unidad tan fuerte que tiene. Escuchándolo se siente que hay una unidad que lo sobrevuela".

La cohesión a la que refiere Migliorelli se logró dejando fluir a las canciones, pero también a partir de determinadas decisiones artísticas, según concluyó el bajista y productor: "Hay cosas que hicimos muy conscientemente llevando a otro rumbo algunas canciones, como en temas donde inclusive Sandra está cantando en un ritmo y nosotros tocando en otro. Eso genera otras sensaciones. Es como que tenés toda la paleta de colores y hay que elegir con cuáles pintar las canciones".