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Hay un pájaro en forma de canción, que sobrevuela y dice la ciudad. En no más de treinta y algo de minutos. Como los viejos vinilos. Aquellos que tuvieron de protagonista al rock primero. Canciones que son esquinas, como piedras en muros cascados, con aires de tango, más una estela que trazan mientras relacionan -﷓y hacen-﷓ mundos nuevos. Hijos que son más canciones. Mirada, entonces, que se construye porque puede deconstruirse.

Itinerario que provoca una forma musical de nombre y disco: Familia Canción. Moris y Antonio Birabent -﷓padres e hijos, los dos, de la música-﷓ componen este recorrido que mezcla historias pero que es también una sola. El escenario de Sala Lavardén (Sarmiento y Mendoza) los recibe esta noche, a las 21.30, con las ganas de ser también parte de una road﷓movie que no debe terminar. Recorrido que es porque hay gente que ha escuchado y escucha rock, y que no sabe cómo decir lo que le pasa cuando Moris frasea otra vez desde el parlante, luego de quince años de no grabar.

Tal como sucede en "Civilización", canción que abre el disco desde el dueto vocal, desde un registro musical distinguible para cada caso, al tiempo que borra cualquier posibilidad de límite, sea tanto entre las dos voces como también, y sobre todo, de cara a quien escucha.

"Cuando hicimos el disco apelamos a contar una historia familiar y nuestra, donde un padre y el hijo graban y componen juntos sus canciones, pero indudablemente ese cuento sabíamos iba a resultar también familiar a otras personas. Esa emotividad o esa nota sentimental está muy presente", dice desde su sala de ensayo Antonio Birabent a Rosario/12, mientras disculpa el dolor de garganta de su padre, con reposo obligado.

﷓ En Familia Canción no hace falta determinar quién es letrista o quién músico. Es un mismo mundo el que los comprende.

﷓ Fue una decisión no señalar quién hizo exactamente cada cosa, y creo que estuvo bien. El disco es de los dos, y si bien no es cierto que lo compusimos íntegramente juntos, es un disco de unión, de lugares en común, donde compartimos y dialogamos con la música.

﷓ Entre estos lugares se distinguen lo fabril, lo barrial, la noche, junto a personajes como vedettes y poetas. Como si fuese el trazado de un lugar que fue o, mejor aún, que pudo haber sido.

﷓ Está bien lo que decís, porque no se trata de un ámbito concreto como algunos dijeron: "Esto es Buenos Aires". Evidentemente, hay muchas menciones a la ciudad pero se trata, antes bien, de un disco urbano. También es un disco de las cosas que no están. Hay un lugar que está un poco inventado, es decir, ya no hay "vedettes falopas" ni tampoco calles de tierra en Florencio Varela. Creo que desde la realidad nos hemos permitido inventar. Nosotros somos compositores muy influenciados por el contexto urbano, pero creo que el disco además propone un lugar que no existe.

﷓ Lo que equivale a pensar la música como un ámbito sin fronteras, tal como lo demuestran sus propias historias, al haber vivido también en Europa.

﷓ Creo que eso está en el disco, y nosotros hemos siempre tratado de seguir, cada uno a su manera, su camino. Es algo que nos ha dado una gran libertad y también nos ha generado algunas dificultades al no seguir una huella más marcada, pero estamos contentos con lo que hemos hecho con nuestras vidas. Este disco es un hito para nosotros dos, así como cuando lo tocamos en vivo, porque no sólo tocamos el disco sino también temas viejos, de él y míos. En el concierto se mezcla todo, y a través de las canciones ocurre este viaje del cual estamos hablando, este viaje del ahora, del antes, de lo que ya no está, del presente. En este sentido, creo que Familia Canción es un disco que tiene un montón de momentos que bien podrían llamarse tangueros, a partir de la nostalgia, de lo urbano, y del reencuentro.