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A casi treinta años del estreno de la obra, Enrique Llopis vuelve a protagonizar La Forestal, la crónica cantada que (a partir de la adaptación de Rafael Ielpi sobre las investigaciones de Gastón Gori) relata el paso de la compañía inglesa por el centro y norte de la provincia de Santa Fe, donde llevó adelante la (sobre)explotación del quebracho colorado en las primeras décadas del Siglo XX. Dirigido por Néstor Zapata, el espectáculo se presentará hoy a las 21 en el Teatro Broadway, sumando además a Raúl Calandra (actuación) y Juan Herrera (locución) y a los músicos Néstor Acuña y José Luis Belmonte.

En diálogo con Rosario/12, Llopis reconoció que la reposición de la obra era un viejo anhelo, que logró concretarse a partir del impulso de Chino Volpato. "Con él nos conocemos desde hace muchos años y charlando surgió la posibilidad de montar la obra. Hace rato con Néstor Zapata, Rafael Ielpi y Jorge Cánepa veníamos conversando para remontarla, y ahora surgió la posibilidad", detalló el cantante, que durante los viernes, sábados y domingos de junio se puso al frente del elenco en el teatro Santa María de la ciudad de Buenos Aires, donde logró muy buena repercusión de parte del público y la crítica. En ese sentido, Llopis aseguró: "Además de tener vigencia, para mí esta obra ya es un clásico. Es una obra que debería ser parte del repertorio de distintos elencos".

- Sobre todo de aquellos en la provincia de Santa Fe...

- Es cierto, sobre todo en Santa Fe. De hecho hay algunos elencos de distintos lugares de la provincia que la representan. Hay un Ballet de San Justo que hace un montaje de la obra basado en nuestra versión, y un elenco de San Gregorio que hace también su versión. La obra echó a andar sola y eso es bueno, muy gratificante.

Estrenada en Rosario en enero de 1984, La Forestal sostiene su estructura general, aunque incorpora algunos elementos técnicos propios de la época, utilizando un respaldo audiovisual en algunas escenas. De esa manera, aquellos que presenciaron su primera versión encontrarán elementos novedosos. Para los impulsores del proyecto, la llegada a un nuevo público es en sí otro valor agregado. "Una cosa que nos sorprendió, en relación a los nuevos públicos, es que cuando hacíamos la obra en los 80 la lectura era más política y social. Hoy eso también está, pero se ha agregado con mucha fuerza el tema ecológico. Porque la obra tiene que ver con la historia política, la huelga, las torturas y las amenazas, pero además con el exterminio de una de las principales reservas de quebracho colorado del mundo", concluyó Llopis.