La ruta de Dionisios, su primera exposición de pinturas en su ciudad natal, que puede visitarse hasta el 26 de este mes en el segundo piso del Centro Cultural Bernardino Rivadavia (San Martín y San Juan) es la excusa para contar la novelesca historia de un trotamundos y pintor autodidacta: el compositor e intérprete rosarino Gustavo Gabriel Gabetta. Luego de 40 años fuera del país (lo dice casi como una carta de presentación), en febrero de este año Gabetta volvió a Rosario, donde nació en 1951 y donde integró el grupo Los No desde 1966 hasta su partida a Europa en 1972. "Entre los años 1968 y 2011 compuse mas de 400 temas, he participado en cientos de jam sessions, he colaborado en innumerables producciones de demos, LPs, CDs, música para films, en bares, solo, a dúo, en trío, grupos, solistas y bandas de 14 músicos, sea cantando, tocando bajo, guitarra, percusión o teclados en bares, escenarios normales, chicos, en la calle, en estadios, estudios, habitaciones de hoteles", resume en su impetuoso currículum este músico y "dibujante infatigable de todo aquello que se interpusiera ante mis ojos", como se define a sí mismo Gabetta, quien ha podido realizar algunos sueños.

Gabetta es fan de la banda británica de rock sinfónico Genesis, uno de cuyos músicos, Mike Rutherford, se ocupó de los teclados y las cuerdas de otra banda, Mike + The Mechanics (autores del hit All I Need Is a Miracle). Un vocalista de Mike+The Mechanics, Paul Carrack, integra actualmente con Gabetta y otros una banda llamada Paul and the Macarracks, que ha realizado tres giras mundiales. Mujeres idealizadas en paisajes de ensueño son algunas de las visiones rockeras que capta el pincel inocente de Gabetta, artista que ha circulado por fuera de los circuitos más visibles del arte, mostrando en bares y galerías privadas de lugares tan diversos como Bangkok (Tailandia) o Cadaqués (España). Entusiasmado y lleno de proyectos, Gabetta prepara producciones de espectáculos y una banda nueva: Nuevos y usados. Y, por supuesto, sigue pintando las damas eléctricas de su imaginación.