Aunque mencionar la versatilidad de Olga Román parecería una obviedad innecesaria, la reciente aparición del disco De agua y laurel obliga a ampliar el concepto. Egresada con honores del Berklee College of Music, con un distinguido paso por el jazz durante su estadía en el norte americano, acompañante habitual en cada incursión musical que Joaquín Sabina ha emprendido en los últimos veinte años, y con una trayectoria solista que la ha reunido con músicos como Pablo Milanés, Jorge Drexler o Pedro Guerra, Román demuestra que el folclore argentino tampoco le es ajeno: en su flamante placa, brilla en su homenaje al compositor Gustavo "Cuchi" Leguizamón.

"Zamba para la viuda", "Juan del monte", "Cantora de Yala", "Carnavalito del duende" o "La pomeña" son algunas de las obras del emblemático compositor salteño que Román aborda en De agua y laurel, disco que este lunes presentará en la Sala Lavardén de Sarmiento y Mendoza (en un concierto que se anuncia para las 21.30, y que tendrá como invitado al cantautor rosarino Pedro Reñé). Y si bien la concreción de un material dedicado al folclore argentino se produce a casi treinta años del comienzo de su trayectoria profesional, no es nuevo el vínculo de la cantante con la música de esta tierra. Tampoco, claro, la cercanía con Leguizamón.

"La música del Cuchi me ha acompañado de toda la vida. Desde que escuché a Mercedes Sosa, o cuando a los 20 años descubrí al Dúo Salteño y empecé a aprenderme algunas canciones. También tuvo que ver una noche en la que estaba en un bar en Buenos Aires y apareció Liliana Herrero, que cantó 'Zamba para la viuda'. Eso fue definitivo para mi descubrimiento final del Cuchi. La presentación de Liliana me impactó, ahí empecé a tirar del hilo, descubrí quién era el Cuchi y ahí empezó a dar vueltas esta idea, allá por el año 2004", apunta Román a Rosario/12.

Sin embargo, pasaría algún tiempo para que la cantante pudiera concretar su anhelo de darle forma a lo que, en una primera instancia, sería un disco dedicado al folclore argentino. Hasta que la aparición del músico Néstor Díaz terminó por delinear este proyecto-homenaje. "En una reunión lancé la idea de hacer un disco de folclore, y unos meses después apareció Néstor, que quería conocerme. Así que fui a su casa y esa sencilla charla (que podría haber quedado alrededor de una mesa) gracias a su compromiso, esfuerzo y al buen entendimiento que hemos tenido se convirtió en este disco".

Grabado en los estudios La Montaña (Coghlan, Buenos Aires) y Keplerstudios (Madrid) De agua y laurel permite reencontrarse tanto con el talento interpretativo de Román como con el inagotable potencial de las obras de Leguizamón. Composiciones en las que, según la cantante, conviven "la raíz, sencillez, sabiduría y simpleza de esos ritmos con un sello muy particular del Cuchi". "Porque tiene unas melodías, intervalos y armonías que son muy diferentes, un vuelo muy personal que lo hace sofisticado, innovador, vanguardista. Lo hace atractivo para los que venimos más de afuera, que estamos abiertos a otras músicas".

En el marco de una gira por Argentina que se anticipa al lanzamiento del disco en España, y previo al concierto del lunes, Román arribará mañana a Rosario para brindar, desde las 15.30, una master class en El Aserradero (Montevideo 1518). Pasado mañana, ya en el teatro provincial, será el turno de aproximarse a este nuevo trabajo de la cantante, que además incluirá en el repertorio algunas canciones de su autoría.