Vanesa Celma miraba sonriente desde la foto de la pancarta que llevaba su hermana Jorgelina, con un cartel rojo: "Nunca más". Vanesa fue quemada por su pareja en junio de 2010 y murió el 22 de noviembre, después de meses de agonía. Víctima de femicidio, fue una de las que estuvieron "presentes" ayer, en la marcha convocada por un heterogéneo abanico de organizaciones no gubernamentales, políticas y sociales desde la plaza Pringles a la plaza Montenegro. La pancarta que encabezó la movilización sólo decía: "Basta de Violencia contra la mujer, 25 de noviembre". El domingo se conmemora el Día Internacional de la No Violencia contra las mujeres. El documento consensuado que se leyó al final de la marcha recordó que en 2012 hubo 20 femicidios en Santa Fe y 194 en todo el país. Siete de cada diez agresores eran las parejas o ex parejas de las víctimas y 161 niños quedaron huérfanos por estos crímenes. Entre los reclamos de la movilización, figuró al asignación de partidas presupuestarias para atender y prevenir esta problemática, así como la declaración de emergencia nacional.

En Entre Ríos y San Luis, a las 18.30, siete mujeres con remeras naranjas se tiraron al piso, sobre la línea peatonal, en una mini-intervención urbana. "Magdalenas, teatro de las oprimidas", decían las remeras. También en la plaza Montenegro hubo arte: las Locas Margaritas, que entre todas juntan 800 años de experiencia y militancia feminista, hicieron la obra de teatro "Abrazadas como locas en la pasión", ante la mirada divertida de los asistentes, así como las risas de niñas y niños del Movimiento Evita y otras organizaciones sociales. Los aplausos se repitieron, y luego se leyó el largo documento de consenso. "Que se termine la justicia patriarcal y violenta que revictimiza a las mujeres", fue otra de las consignas, como así también la "inclusión en paritarias de un pliego reivindicativo con perspectiva de género para que las trabajadoras puedan acceder a licencia por ser víctimas de violencia y traslados preferenciales".

La ley nacional de interrupción voluntaria del embarazo fue otro reclamo de las participantes, entre las que se destacaba la pancarta de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, llevada, entre otras, por la histórica feminista Mabel Gabarra. "Como movimiento de mujeres, hace 30 años que venimos luchando con denuncias, propuestas de leyes y políticas públicas, acciones callejeras, marchas y presentaciones judiciales, entre otras estrategias", decía el documento.

La marcha convocó a más de una cuadra y media de asistentes, muchos de ellos varones, y eso fue novedoso. Mujeres Autoconvocadas Rosario y la Multisectorial de Mujeres de Santa Fe encabezaron la manifestación, de la que participaron diferentes agrupaciones, así como referentes políticos y gremiales como los diputados provinciales Alicia Gutiérrez y Eduardo Toniolli, los concejales Miguel Zamarini, Norma López (su remera tenía estampada una foto de Evita muy joven), María Eugenia Schmuck y Pablo Colono y el secretario general de la CTA Rosario, Gustavo Teres, entre otras y otros.

En la salida, peligró la participación del kirchnerismo, que finalmente marchó con sus consignas. Es que Voces en Rebeldía llevó tres pancartas con fotos de la presidenta Cristina Fernández que decían: "No habla", "No escucha", "No ve". La referente del Movimiento Evita, Alejandra Fedele, las acusó de incumplir los acuerdos previos y fue a planteárselos, pero no tuvo eco. Sol, de Voces en Rebeldía, dijo a Rosario/12 que mantendrían sus carteles. "Tenemos que denunciar a los responsables de la violencia que sufren las mujeres", afirmó. Fedele consideró que los afiches eran en sí mismos una violencia contra la mujer, pero la cosa no pasó a mayores: todas y todos marcharon para denunciar que "la violencia de géneros está basada en la desigualdad entre los sexos".