El director Raúl Marciani, ausente de las tablas desde hace cuatro años, reapareció este mes con una versión propia de "La cantante calva", obra que en su momento conmocionó a la escena internacional, inaugurando lo que el crítico y productor húngaro Martin Esslin, definiría como "teatro del absurdo". La reconocida obra de Eugene Ionesco escrita en 1948 y "Esperando a Godot" (1952) de Samuel Beckett, son los pilares sobre los que se apoyará esta nueva poética de la posguerra, marcando un antes y un después en la historia del teatro contemporáneo.

"La cantante calva", inaugura la nueva temporada de la Sala Amigos del Arte y nace como una propuesta de los integrantes del Grupo Passion, algunos de los cuales estuvieron trabajando aquí el año pasado con la obra de Daulte "Caperucita, un espectáculo feroz", con dirección de Doris García. "Ellos estaban ensayando `La cantante...', con otro director y finalmente me invitaron a participar del proyecto", dice Marciani a Rosario/12.

-¿Por qué retornar a ese texto de Ionesco en épocas como las que corren, con tanta sobreabundancia de dramaturgias?

-La cuestión es cómo se resignifica este material en estos momentos tan individualistas, tan para adentro. Este 2013 es el año de la Serpiente, es un año de cambios, hasta de Papa cambiamos. Hacer esta obra que se estrenó hace 62 años me produce un placer controversial porque mostramos a seres humanos con todas sus contradicciones﷓ comenta el creador del Grupo La Catapulta.

En el programa de mano de esta versión que tradujo María Martínez Sierra, se transcribe un párrafo de las "Notas y Contranotas", que Ionesco escribió sobre este texto: "La rutina, la incomunicación y el sentido de la vida, se expresan en la obra con la ruptura de la lógica, que da lugar a escenas y a diálogos desopilantes. El absurdo es la manera que tiene el ser humano de ver la vida, cuando es presa de la angustia existencial".

-Convengamos que en estos tiempos el absurdo ya se hizo cotidiano, es un realismo corrido de lugar...

-En "El teatro y el antiteatro" de Castagnino, Ionesco dice ya en el 60, que sus personajes son re-cotidianos: Lo cotidiano es tan monstruoso y él lo exacerba con la palabra, hace explosión el texto, no tiene lógica, pareciera que no dicen nada, la situación es tan ilógica que uno tiene que comenzar a remover para que el texto aparezca lógico para el actor, tratamos de descubrir el sentido del texto a partir del juego, la risa surge no del texto, sino de lo que pasa, la situación es la que produce risa -agrega el director.

El elenco de "La cantante calva", está conformado por Carmen Russo, Rodolfo Bussi, Teresa Mitelberg, Graciela Rolla, Fernando Panzeri y Walter Merlo; todos integrantes del Grupo Passion, encargados también de la Producción general de la obra, contando con la asistencia de dirección de Edda Merciadri.

"La puesta es absolutamente realista", explica Marciani, que se basa en las apreciaciones de otro director que considera que para los personajes, la situación que están viviendo es real: "Hay un corrimiento para el espectador, desde ese lugar comencé a trabajar, me fascinó el desafío de hacer por primera vez un texto clásico del absurdo, yo no busco el `vanguardismo' en mis propuestas, posiblemente busque la ruptura en la relación de la comunicación entre el actor y el espectador, en esta obra me parece importante lo que no se dice, y eso resulta monstruoso, esas ganas de hacer cosas y no hacerlas".

"Espero que de la risa, salga la reflexión, de la reflexión, un cambio interno", conjetura Marciani en el programa de mano de la obra que dirige y que está dedicada a la memoria de la siempre recordada directora y pionera del teatro rosarino, María Teresa Gordillo.