Cuando aún no se había estrenado, en la escena italiana de los primeros años de los sesenta, el que hoy es considerado uno de los films más paradigmáticos de la trayectoria de Federico Fellini, "Ocho y Medio", su principal actor, el hoy siempre recordado el sublime Marcello Mastroianni, componía al principal intérprete de uno de los films más personales e intimistas de su vida profesional, el que le cupo asumir en la memorable realización de Valerio Zurlini, "Cronaca Familiare", que se puede admirar esta noche en la sala Madre Cabrini, a las 20.30, en avenida Pellegrini 669.

Estrenada en nuestro país en 1963 con el nombre de "Dos hermanos, dos destinos", el film del director de "La muchacha de la valija", nos lleva a un recorrido por los días del pasado, a través de un diálogo imaginario que el personaje, Enrico, un escritor, entabla con su hermano Lorenzo, ya fallecido; rol que interpreta el actor Jacques Perrin, a quien veríamos más tarde en "Cinema Paradiso", "El desierto de los tártaros" , "Los coristas". Junto a ellos, encontramos a Sylvie, en el personaje de la nonna, actriz que pocos años después participará en "La vieja dama indigna". Y en torno a ellos, Salvo Randone, Valeria Ciangottini, entre otros.

Sobre la novela homónima de Vasco Pratolini, escrita en el 45 y publicada en el 47, escritor que junto a otros como Elio Vittorini, Italo Calvino, Giorgio Bassani, participó en la Resistencia, "Cronaca familiare" es una novela de neto corte autobiográfico y el mismo autor , participó en carácter de coguionista al lado del mismo director y de Mario Missiroli.

Ambientada en una Florencia otoñal, en la que una luz melancólica acompaña el sentir de los personajes, "Dos hermanos, dos destinos", mereció en 1962 el "León de Oro" en el Festival de Venezia, compartido, en esta oportunidad, con "La infancia de Iván" de A. Tarkovski. A subrayar la dirección del trabajo de iluminación, creación de Giuseppe Rotunno, uno de los grandes maestros del cine peninsular; quien, en esta oportunidad, para la creación de determinados climas tomó como referencia las pinturas de Ottone Rosai. Por su trabajo tan personal, el film fue distinguido en esta categoría con el premio "Nastro d´Argento" ese mismo año.

En esta entrañable novela, narrada en primera persona, cuyo epígrafe de un verso de Foscolo y observaciones del autor van modelando una luz, una actitud, un tono, se nos invita a un recorrido por los pliegues de una memoria confesional. Y sobre el final del tercer parágrafo, de esta edición publicada por Librerías Fausto a principios de 1976, leemos:

"Esto acaecía una vez por semana. Pero ocurría también que mientras la abuela y yo esperábamos en la cocina, venía la mucama a decirnos que todavía dormías y que apenas te despertaras tenías que comer y hacer luego el paseo por el jardín, donde no era posible que te viéramos porque el barón tenía visitas. Eramos postergados para la semana siguiente. Al despedirnos nos ofrecía cortezas de pan con manteca y mermelada. Mermelada de naranjas".