Si bien ambos músicos habían compartido escenario y formaciones en distintas oportunidades, la posibilidad de encabezar un proyecto conjunto se dio específicamente a partir de la invitación de Facundo Canosa, organizador del ciclo de jazz del Berlín Café, que esta noche recibirá al sexteto comandado por el saxofonista bonaerense Rodrigo Domínguez y el pianista santafesino Francisco Lo Vuolo, y que se completa con Bruno Lazzarini (trompeta), Martín Portella (saxo alto), Emilio Madeo (contrabajo) y Luciano Ruggieri (batería).

Fundador del recordado Quinteto Urbano, Rodrigo Domínguez fue becado por el prestigioso Berklee College of Music, compartiendo además clases y escenarios con músicos como Perico Sambeat, Wynton Marsalis, Herbie Hancock, Hermeto Pascoal, Marc Copland y Wayne Shorter. Y será precisamente Shorter el que tendrá también una fuerte presencia en el show que esta noche, a las 23, se desarrollará sobre el escenario de Pasaje Zabala 1128, según apunta el saxofonista a Rosario/12: "La propuesta fue de Facundo, y cuando me invitaron al proyecto yo no tenía mucha música escrita para sexteto, entonces propusimos tocar música de Shorter, del disco The Soothsayer (de 1965), que tiene esta formación con trompeta, saxo alto, saxo tenor, piano, contrabajo y batería. Bruno Lazzarini se transcribió el disco, y vamos a tocar también algunos temas de Schizophrenia (1967) y algo de los Jazz Messengers".

"Para mí Shorter es como una influencia muy primordial. Gracias a un concierto de Shorter que presencié fue que decidí tocar el caño. Es el rey de la pelota. Y si bien he hecho música de él de otros discos, éste nunca lo había tocado", agrega Domínguez, que estará a cargo del saxo tenor, en un concierto donde lógicamente habrá espacio para la improvisación.

Al respecto, el músico bonaerense explica: "La improvisación estará enmarcada en ese repertorio, lo cual está bueno porque te organiza. Especialmente cuando es mucha gente y que por ahí no ha tocado junta, o que tiene diferentes vertientes estilísticas, entonces está bueno porque te da un foco, un punto de fuga común donde todos sabemos adonde apuntamos. Obviamente que, dentro del estilo y el lenguaje, hay espacio para la improvisación".

Con una intensa actividad en la escena jazzera nacional, Domínguez no descarta que esta primer aparición del sexteto pueda significar un primer paso para futuras experiencias. "No hay planes de hacer nada con esto más adelante, pero todo dependerá de cómo resulten las cosas, del tiempo y las ganas que haya de ver qué sucede después. Siempre estoy abierto a nuevos proyectos, y si bien estoy con bastantes cosas siempre tengo una apertura, siempre estoy buscando cosas que me gusten. Siempre le doy prioridad a lo que me entusiasma y me gusta, así que trato de hacer cosas nuevas y tocar con músicos con los que no he tocado antes", reconoce Domínguez, que admite además su admiración por el talentoso pianista santafesino: "Con Fran he tocado en diferentes proyectos a lo largo del tiempo, pero nunca armamos una cosa juntos, esta es la primera vez que se propone una cosa así. Y estoy muy contento, porque me encanta cómo toca Fran".