Pensado como "punto de reflexión y expresión sobre el hombre en la llanura", el Proyecto Intemperie promueve el intercambio de experiencias y conocimientos en torno a este paisaje y su influencia en diversas ramas del arte y la ciencia. A tal fin, entre el 1 y 3 de agosto en la localidad de Arequito se llevará a cabo el "Encuentro en la llanura", novedosa propuesta que (con el apoyo del gobierno provincial, de la comuna y una empresa local) incluirá conferencias, exposiciones y talleres (ver recuadro), y estará abierta a la participación gratuita del público.

Gustavo Frittegotto, fotógrafo e impulsor del proyecto, reconoció que la concreción del mismo es producto tanto de una prolongada experiencia profesional, como así también de un vínculo familiar y un contacto directo con ese entorno. "Hay varias capas para pensar el proyecto --explica a Rosario/12--. A lo mejor nació hace muchos años, aún sin saber que iba a ser un proyecto, porque mi primer trabajo con la fotografía se llamó Exodo rural y lo empecé a trabajar en el 84. Ahí empecé a mirar hacia el llano desde un punto de vista material, porque trabajé todo el tema de la erosión de la Pampa Húmeda respecto a la soja. Arequito tiene la particularidad de ser el primer lugar donde se sembró con éxito la soja en Argentina, en 1972, y por éso es Capital Nacional de la soja. Después trabajé en cosas que estaban desapareciendo, siempre en la llanura, siempre con el contexto material: la erosión del suelo, la tala de árboles, las escuelas abandonadas, las tradiciones familiares que se iban perdiendo, la memoria y la erosión. Todos esos fueron trabajos que fui transitando, y generando también una apropiación real del paisaje en el sentido que no era una idea que uno trabajaba en el aire, sino la evidencia del paisaje en sí".

En paralelo a esa labor, por su condición de atleta amateur Frittegotto transitó intensamente la llanura, la misma que su padre y un tío abuelo habían registrado también desde la fotografía. A partir del estudio y selección de ese material de archivo (que será exhibido en el Encuentro), Frittegotto fue dándole forma a un equipo de trabajo, sin perder de vista la importancia de lo interdisciplinario. "En su momento tuve la posibilidad de conocer a Yupanqui, o de charlar muchas veces con Suma Paz, y me dí cuenta que me enriquecía más cruzando territorios de exploración --reconoce--. Lo mismo cuando hablaba con arquitectos. Ahí empezó la idea de hacer cruces reales, por ejemplo de pintores con ingenieros hídricos. Ahí empezaron a visitarnos arquitectos, como Gabriel Duarte de Brasil, o Gerardo Caballero con quien hicimos Paisajes enlazados, que se hizo el año pasado en el Parque España. Tuvimos visitas de un urbanista de París y hace muy poco estuvo el fotógrafo danés Adam Jeppesen, que hizo una pequeña residencia de producción y que nos dio una enseñanza muy piola, porque los países nórdicos tienen una apropiación muy fuerte del territorio. El nos decía que al paisaje hay que masticarlo, y esa mañana en la que se quedó a producir en Arequito se caminó 30 kilómetros de llanura, con su cámara de placa, su trípode. Se trata de esta cuestión de la verdadera apropiación: cuando hablamos de dialogar en la intemperie, hablamos realmente de salir a caminar y charlar en el campo, entender cómo es éso".

Y si bien será Arequito la que aloje a este primer Encuentro, el objetivo es extender la experiencia a otras localidades. Comprendiendo además que, más allá de las aparentes diferencias, se trata siempre de un mismo paisaje. "La idea es hacerlo también en otros lugares. Aunque pareciera que en la ciudad los edificios no te dejan tener en claro lo que hay abajo, en realidad estamos en el mismo lugar. Incluso el río está dentro del mismo paisaje, es un río de llanura. Creemos que el paisaje de la llanura tiene esta cuestión de acercamiento, de unión, y que todo esto es inclusivo", apunta Frittegotto.

En ese marco, la intención de los organizadores es que el público pueda participar libremente de las actividades (recibiendo por ello un certificado de participación), sumándose así a la experiencia del intercambio. "Esta convocatoria se fue armando a partir de invitar a personas de distintas disciplinas y que, más allá de las conferencias, puedan dialogar entre ellos, ver qué es lo que sucede ahí, porque creemos que el intercambio es enriquecedor. Acá se están cruzando territorios de disciplinas y la idea es ver, por ejemplo, qué se puede tomar de la música para hacer fotografía o arquitectura. Es un ensayo de ver qué sale, cómo sale, hacer las reflexiones correspondientes y ver cómo seguiremos con ésto", concluye el impulsor del proyecto.