Siete años después de aquel promisorio debut discográfico con Sólo guitarra, Guillermo Rizzotto vuelve al formato unipersonal con El sentido del paisaje, donde si bien la unidad estética se explicita ya desde el arte gráfico, el tiempo transcurrido y el camino transitado se traslucen en este nuevo conjunto de obras del músico rosarino. Esta noche, a las 21.30, Rizzotto presentará este nuevo trabajo en el Gran Salón de Plataforma Lavardén (Mendoza 1085, quinto piso), sumando como invitado especial al percusionista Carlo Seminara.

Sensible, diverso, profundo, el nuevo disco de Rizzotto retoma el camino iniciado en 2006 con Sólo guitarra, ampliándose a nuevos géneros pero siempre dentro del vasto repertorio folclórico argentino y latinoamericano. En ese sentido, el hecho de haberse radicado en Europa poco tiempo después de la edición de aquel debut discográfico le dio a Rizzotto una nueva perspectiva sobre esos sonidos que siguen nutriendo a sus obras, un hecho con el que el guitarrista coincide en su diálogo con Rosario/12: "Cuando salió el primer disco yo me fui de Rosario. A partir de ahí empezaron una serie de viajes, experiencias diferentes. Hay temas que están en el nuevo disco que ya existían para esa época, y que no quedaron incluidos. El título tiene que ver con éso, en el primer disco había viajado muy poco, era una música de acá, de este búnker. En estos seis años tuve muchas experiencias de viaje, de poner esos temas en otros países, viendo qué sucedía, reconociéndome también en otros sitios, en un rol como artista. Todo esos paisajes y nuevas experiencias tuvieron que ver. Y lo de linkearlo con el disco anterior tiene que ver con que en este disco pongo un montón de ritmos y composiciones que tienen muy poco que ver con el primero, pero a la vez tienen un punto en común, no dejan de ser temas míos, con un lenguaje propio, y con guitarra sola".

Las referencias entre ambas producciones no están dadas únicamente por un arte gráfico que responde a una misma estética (y que, incluso, recuperó las sesiones fotográficas realizadas para el disco publicado en 2006), sino además por ciertos guiños que el propio Rizzotto detalla: "En el primero hay un tema dedicado a Frida Kahlo y acá a Eduardo Mateo, o dedicatorias a músicos que son muy importantes para mí, como Spinetta, el Chango Farías Gómez o Leda Valladares (NdR: artista recientemente homenajeada en Buenos Aires, con un concierto que sumó la participación de Rizzotto)". Además en el primero incluí unas palabras de Juan Falú y en éste un texto de Carlos Moscardini, otro referente para mí".

Sin embargo, es el propio compositor el que reconoce que más allá de los puntos de contacto, hay en El sentido del paisaje nuevas exploraciones. "Hay una sonoridad distinta --apunta--. El hecho por ahí de estar afuera también muchas veces te permite abstraerte de un lugar común. Hay varias composiciones que si bien siguen siendo en base a ritmos folclóricos, tienen armonías o melodías que no están en un estilo. Más allá de que mis composiciones nunca fueron muy de un estilo, sino que tienen influencias o un origen de raíz. Acá hay temas nuevos que quizás son mucho más rítmicos, no tan contemplativos como en el primer disco".

En ese sentido, el guitarrista entiende a este nuevo disco como un complemento de aquél: "En el primer disco, tratándose de composiciones de raíz folclórica, era muy curioso que no tuviera chacareras, ningún rasguido. Eso fue algo que también fui dejando para incluir en éste, que realmente sea un complemento de una paleta grande de temas. Entonces se encuentran más rasguidos, candombe, chacareras o gatos, que no había en el primero".

Editado también en Japón, al igual que su anterior creación de solo guitarra, El sentido del paisaje marca el regreso de Rizzotto al formato con el que hizo su promisoria presentación en sociedad. Este retorno ratifica muchas de las virtudes presentes en ése debut, y demuestra además que el rosarino es un creador de gran sensibilidad, un intérprete talentoso y predispuesto a un crecimiento constante.