Una "antología proyectiva" de 30 autores nacidos entre 1983 y 1991, que comenzaron a publicar después del 2000, es lo que ofrece el libro 30.30 poesía argentina del siglo XXI, publicado este año por la Editorial Municipal de Rosario y presentado en el XXI Festival de Poesía. Los compiladores también son poetas jóvenes: Francisco Bitar (Santa Fe, 1981), Daiana Henderson (Paraná, 1988) y Gervasio Monchietti (Rosario, 1979). Los autores seleccionados son de todo el país. En sus biografías se lee un firme compromiso con la poesía y su difusión (online y en editoriales independientes) y también una trama que los une a través de Internet, ferias y festivales. Es poesía joven, o contemporánea: el desenfado y la experimentación prevalecen.

"Ya no robo frases de traducciones automáticas de Google", confiesa Antolín (Salta, 1983), seudónimo de Andrés Olgiatti. Leandro Beier (Santa María, provincia de Buenos Aires, 1985) escribe en Bahía Blanca una humilde épica de la historia menor. Asombra la sobria lírica de Julián Bejarano (Buenos Aires, 1983), residente en Paraná (Entre Ríos). Musicalidad y el universo de los adolescentes pobres son la marca registrada de Mariano Blatt (Buenos Aires, 1983); ritmo, eufonía e instantáneas urbanas, la del poeta, narrador y músico Tomás Boasso (Rosario, 1984), cuyo libro Ese es otro que bien baila (Paraná, 2011) dio nombre a una editorial paranaense. Luciana Caamaño (Mar del Plata, 1984) maneja el coloquialismo y el montaje con eficaz precisión. Ariel Delgado (Morón, Buenos Aires, 1985﷓Paraná, Entre Ríos, 2011) cofundó, con Bejarano y otros, Ese es otro que bien baila; breves instancias de lirismo embellecen sus viñetas autobiográficas.

Franco Boczkowski (Sáenz Peña, Chaco, 1983), metaforiza lo personal mediante lo político en versos de largo aliento. Con epifanías minimalistas renueva el imaginismo Meli Depetris (Punta Alta, Buenos Aires, 1985), quien vive en Bahía Blanca. Julia Enriquez (Rosario, 1991) explora las costumbres contemporáneas y sus lenguajes desde un yo confesional tragicómico. Pablo Espinoza (Jujuy, 1983) formula una declaración que podría definir a toda la muestra: "Mi monstruo punk no se toma en serio la poesía y me está enseñando a no tomarme la poesía tan en serio". Tomás Fadel (Tunuyán, Mendoza, 1990) presenta un poema narrativo, "Finca", que actualiza el regionalismo desde la crónica en tiempo real. Nuria Fleita Zain (Resistencia, Chaco, 1986) acumula apuntes prosaístas de una fiesta, casi un guión.

Carlos Godoy (Córdoba, 1983) publicó por primera vez su influyente poema "Escolástica Peronista Ilustrada" (Chapita, 2004; Funesiana, 2007) en su blog (www.eledesubsistencia.com.ar). También participan Mariela Gouiric (Bahía Blanca, 1985), Matías Heer (Buenos Aires, 1984), Violeta Kesselman (Buenos Aires, 1983), Milton López (Bahía Blanca, 1987), Rosina Lozeco (Santa Fe, 1989), Valeria Meiller (Azul, Buenos Aires, 1985), Matías Moscardi (Mar del Plata, 1983), Paula Moya (Mar del Plata, 1988), Ezequiel Nacusse (Tucumán, 1990), Bernardo Orge (Rosario, 1988), Manuel Podestá (La Paz, Entre Ríos, 1984), Santiago Pontoni (Santa Fe, 1986), Bruno Revello (Neuquén, 1985), Jonatan Santos (Rosario, 1983), Paula Soruco (San Salvador de Jujuy, 1983) y Diego Vdovichenko (Rosario del Tala, Entre Ríos, 1985).