"Toda fotografía es un certificado de presencia --escribe Roland Barthes en La cámara lúcida--. Diríase que la Fotografía lleva siempre su referente consigo, estando marcados ambos por la misma inmovilidad amorosa o fúnebre". En una panorámica de sala que tomó Silvio Moriconi en los Tribunales de Rosario durante la lectura del veredicto de la Causa Feced, se ven en última fila los retratos de los desaparecidos, en tamaño natural, sostenidos cada uno por uno de sus familiares o sobrevivientes a la misma altura del rostro del viviente, como una máscara, como prestándoles un cuerpo. Ese mudo y firme gesto unánime que grita "Presente!" por cada uno, en nombre de cada uno, es un acto ritual que visibiliza el crimen invisible: hacer "desaparecer". La totalidad de la fotografía es en blanco y negro. Es casi como si estuvieran, de pie, las víctimas, presenciando las condenas a sus victimarios. Su foto dentro de la foto es casi una presencia. La tragedia se expresa en ese "casi" (nuevamente, Barthes) que opera como constatación del crimen al revelar lo fallido de su negación. El "casi como si" estuvieran muestra la desaparición, comprueba que no están.

La foto es una de las que podrán verse a partir de hoy en la muestra colectiva de fotografías titulada Ante la ley, que se inaugura hoy a las 19.30 en la planta alta del Museo de la Memoria de Rosario (Córdoba 2019). De Rosario participan también Héctor Río y Matías Sarlo; de Tucumán, Federico Casinelli, Jorge Olmos Sgrosso, Fabián Font y Diego Araoz; de La Plata, Helen Zout; de Córdoba, Sandra Siviero; de Buenos Aires, Sergio Goya y el archivo de Memoria Abierta. Producida por el Museo de la Memoria con curaduría de la artista gráfica Graciela Sacco, la muestra reúne un ínfimo puñado de las fotografías documentales que registran los juicios orales y públicos del año pasado por crímenes de lesa humanidad de la última dictadura.

El sábado a las 20, el Museo recibirá al Colectivo Umbrales, que realizará la performance para todo público Lo que guarda un cuerpo.