Mariana Carbajal no necesita presentaciones para las personas que leen Página/12. Desde allí ha contribuido a poner en la agenda pública los derechos de las mujeres, y sus vulneraciones. Aquellos temas que hace unos años eran impensables en la tapa de un diario, ella los supo proponer, y dejó una huella en su abordaje. Tanta dedicación, sin embargo, le dejó tiempo para escribir su tercer libro: Maltratadas, violencia de género en las relaciones de pareja, publicado por Aguilar, donde se propone desarmar los mitos que contribuyen a naturalizar esa violencia que puede estar más cerca de lo pensado. Mariana Carbajal estará esta tarde, a las 18, en Cívico Bar Café (San Lorenzo 1949), donde se presentará el libro en una mesa que compartirá con Susana Chiarotti, de Insgenar.

Mariana decidió abordar los mitos sobre la violencia hacia las mujeres para des-naturalizarlos. El libro surgió por una propuesta de Editorial Aguilar, pero ancló en una situación que Mariana había vivido. "Al principio pensé que era un tema trillado, me pregunté si no se había escrito demasiado. Tal vez porque quienes seguimos estas temática estamos inmersas en un microclima, pensamos que lo que nosotras nos conmueve, nos preocupa, está a flor de piel en un montón de gente y tal vez no es así", se sincera la periodista horas antes de partir hacia la ciudad. Sin embargo, le encontró la vuelta. "De pronto empecé a pensar el abordaje que finalmente se le dio al libro, a través de los mitos que sostienen la violencia de género, esas creencias falsas pero tan arraigadas como que es cosa de pobres, que sólo les pasa a las mujeres sumisas e ignorantes, o que si no hay golpes no es violencia, o que los hombres son violentos por naturaleza, o que ellas se quedan en relaciones violentas porque les gusta", cuenta el proceso que la llevó a aceptar la propuesta editorial.

"A partir de esas ideas que uno sabe que flotan en el ambiente empecé a pensar en este libro. Y tal vez hubo una historia, muy cercana, de una amiga, que hace dos años pudo romper el cerco del silencio y puso en palabras el sufrimiento de una relación de pareja de más de doce años. En ese momento, esta amiga me contó toda esta situación que ella venía viviendo de maltrato físico muy fuerte y psicológico, y yo me empecé a preguntar qué le había pasado a ella que es una profesional exitosa, con un buen pasar económico, qué le había pasado para primero engancharse en esa relación y después haber tardado tanto en salir y pedir ayuda. Y tal vez esta historia me movilizó, me convenció de que era necesario escribir el libro para ayudar a otras mujeres a salir a tiempo de estas relaciones y también para poner el tema de agenda prioritaria", explica Mariana.

Desde su trabajo, subraya los avances en términos legislativos, pero no deja de enfatizar que "todavía falta un montón porque nada de esto es suficiente, porque la justicia se va capacitando pero lentamente y entonces en los fallos vemos luces y sombras, algunos fallos que entienden de qué se trata la violencia de género y otros todavía siguen victimizando a las mujeres, culpabilizándolas de estas situaciones".

En su investigación, Carbajal descubrió también que "dependerá del lugar donde viva la mujer en la Argentina el tipo de respuesta que reciba cuando decide pedir ayuda y esto es tremendo, porque en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires hay diversos dispositivos de atención. Ahora, qué pasa en un pueblito en Corrientes, qué pasa en General Güemes, en Salta, donde efectivamente no hay adonde ir. Una mujer en estas situaciones no sale sola, tiene que pedir ayuda, es importante la participación en grupos de ayuda mutua, porque la fortalecen, porque se da cuenta que no es la única que vive estas situaciones, porque encuentra un ámbito de contención para ir recuperando su subjetividad tan dañada, como consecuencia de los maltratos", relata. Para Carbajal, "esto es preocupante porque en realidad la ley 26.485, que es una ley de avanzada en América Latina, indica que debe haber un Plan Nacional contra la Violencia hacia las Mujeres. Ese plan nacional nunca se presentó, no se ha hecho y debería articular políticas a nivel nacional pero también con los gobiernos provinciales y municipales".