"Este es apenas el puntapié inicial de un proceso, en el que esperamos llegar a conformar un importante conjunto de realizaciones. Es nuestro deseo poder ofrecer al público de Rosario una videoteca amplia y actualizada", decía, una tarde de julio de 1996, la por entonces directora del Centro Cultural Parque de España, Silvia Domínguez, en el acto inaugural del espacio. Pasaron exactamente diez años y ese acogedor espacio --por aquéllos años en manos de Susana Dezorzi, hoy responsable del centro--, que el urbanista catalán, Oriol Bohigas, ubicó en los altos de uno de los túneles del centro, ha ido abonando un camino en pos de cristalizar aquéllas entusiastas expectativas.

Con casi 300 títulos sobre una docena de temáticas, la Videoteca ha ido sumando a su colección audiovisual, un espacio dedicado a la lectura. Con más de 1300 volúmenes, entre revistas y catálogos, el Archivo de Publicaciones es una descontracturada biblio--hemeroteca abierta para el público en general, pero también un lugar de consulta para profesionales y un punto de encuentro para estudiantes de arte, arquitectura, diseño, cine, comunicación, fotografía, letras, teatro, danza, ciencia, etc.

"Tenemos revistas muy prestigiosas a nivel internacional y, por consiguiente (debido a su precio), difícilmente hallables en la ciudad --cuenta Andrea Camardo, actual titular del espacio--. Hay por ejemplo, publicaciones de arquitectura, como Croquis; de arte, como Lápiz, de literatura, como Quimera, de poesía, como Litoral... Pero también tenemos publicaciones de otros temas, quizá menos conocidos, como es la cuestión de las cyberculturas, muy en boga en Europa, con la revista El Paseante". Lo cierto es que de las 25 publicaciones que recibía el centro en 1996, hoy son alrededor de cien las revistas que se pueden consultar de forma periódica en la sala de lectura.

En lo que refiere puntualmente al área de video, al catálogo inicial, que incluía la colección completa del Museo Reina Sofía, con lo mejor de sus muestras --129 videos, desde 1986 hasta 1998-- se han sumado trabajos sobre cine (en la comodidad de algunas de las dos salas de video, se puede acceder a verdaderas perlas del neo--realismo italiano, como La Strada de Fellini o Paisano de Rosellini, joyas del expresionismo alemán como La última carcajada de Murnau, El gabinete del Dr. Caligari, de Wiene o Metrópolis, de Lang y clásicos de la nouvelle vague, como Hiroshima mon amour, de Resnais y Sin aliento, de Godard, video (con cintas de realizadores locales, nacionales e internacionales y hasta trabajos didácticos), arte (con piezas que van desde performances artísticas hasta recorridos por museos), teatro.

"A esto se ha ido agregando todo material que produce la institución, que por cierto es de lo más pedido por el público --explica Camardo--. Tanto los registros de las obras y conciertos que han tenido lugar en el CCPE, como las obras que ha integrado los distintos ciclos de cine y video, hasta el material de apoyo que han utilizado algunos conferencistas para sus exposiciones. Todo está aquí". Y se puede visitar de martes a sábados, de 17 a 20.