En su andar constante Pablo Grinjot es capaz de mutar y reconvertirse sin perder nunca su identidad. Cancionista, multiinstrumentista, letrista, el músico lleva cinco discos editados (posibles de ser recorridos en pablogrinjot.bandcamp.com) que corroboran su productividad y talento. Y si bien la excusa que lo traerá a la ciudad es la presentación de su último lanzamiento, Grinjot, el show que desde las 21 se desarrollará en el Túnel 4 del CCPE (Sarmiento y el río) se ampliará con la inclusión de estrenos y el abordaje de viejas obras junto a los invitados de ocasión: Mercedes Borrell, Damián Verdún, Julián Venegas, Pol Nada y Viki Virgolini.

Y es el propio creador el que anticipa la inclusión de esas nuevas obras. "La verdad es que cuando lanzás un disco ya es un trabajo al que, entre composición y producción, le dedicaste tanto tiempo que ya tenés material nuevo y ganas de foguearlo", adelanta Grinjot, previo a referirse a su más reciente lanzamiento, para el que confió en Alejandro Kauderer como productor, y donde sumó como invitados a Pablo Dacal, Fernando Cabrera, Ana Prada y Lucio Mantel, entre otros.

"Este fue el primer disco que hice con la ayuda muy presente de un productor, que se hizo cargo prácticamente de todo, o por lo menos lo importante: el rumbo conceptual, los arreglos e incluso la ejecución de un montón de instrumentos --explica--. Viéndolo a la distancia me parece que le puse Grinjot como arrebato inconsciente, fue como reidentificarme con el material. Que está buenísimo (y me parece que Alejandro hizo una labor que no puedo creer de tan estupenda que es), aunque siento que se me fue un poco de las manos mi relación con mi propia música".

Esa identificación en primera persona, además, encuentra conexión con un legado familiar: "El apellido Grinjot es un apellido muy insólito, que tenemos una sola persona por generación. Mi abuelo y mi papá eran hijos varones únicos, y yo también, entonces somos como los portadores de la herencia del apellido. En ese momento había una identificación con la memoria de ambos, de encontrarme yo también en el borde de esa línea y quizás con un pensamiento que tenga que ver con una proyección hacia las próximas generaciones".

A diferencia de otros discos, ese concepto no se tradujo a las obras. "Pienso que la unidad común que tenían estos temas era que, al fin y al cabo, surgían de mi propio interior y de mi propia imaginación", analiza Grinjot, que en su constante trajinar planea regresar a caminos ya recorridos: "Estoy buscando un disco muchísimo más austero, volver a la austeridad. Me parece que hoy en día las técnicas de producción son muy sofisticadas. Ahora, como compositor, no estoy interesado en éso, quizás como fuerza contraria a lo que hice en Grinjot".