A 203 años de la creación de la insignia patria, esta noche en el Monumento se desarrollará una nueva edición de "Todos bajo la misma bandera", propuesta que se vinculará fuertemente a los ritmos folclóricos. Desde las 20, y con entrada libre y gratuita, el espectáculo tendrá como protagonistas a Antonio Tarragó Ros, a la legendaria cantante chamamecera Ramona Galarza, al joven compositor jujeño Bruno Arias, a Varón del Ludueña y a uno de los nombres históricos de la música de raíz argentina: Horacio Guarany, en un proyecto impulsado conjuntamente por la Secretaría de Cultura municipal y el Ministerio de Innovación y Cultura provincial.

Y si de celebraciones se trata, para Tarragó Ros la lista de artistas convocados es más que pertinente. "No hay manera más acertada de honrar a la Bandera que poner en el escenario la diversidad cultural argentina", consideró el músico correntino en diálogo con Rosario/12, y remarcó: "Eso está dado en el folclore, porque todas las provincias tienen su definido folclore, pese a los esfuerzos que se hacen para despersonalizarlo, para igualarlo todo, para que todo suene igual. Pero así y todo tiene su acento. La resistencia, la revolución, la transgresión está en el folclore, ahí está. Antes y ahora. Sino buscame el equivalente a Mercedes Sosa en la lucha por la libertad y la democracia, buscame en otros ritmos el equivalente de Yupanqui. ¿Quién es más transgresor hoy, un tipo vestido de gaucho o uno vestido de rapero? ¿Un tipo vestido con una polaina o como uno del Bronx? Evidentemente la resistencia está ahí".

Para el autor de obras emblemáticas del cancionero popular latinoamericano, el carácter revolucionario del folclore tiene una explicación clara: "Una revolución no es otra cosa que la lucha por la autodeterminación de un pueblo, por la justicia social y cultural. Y qué es la justicia cultural sino la democracia cultural, que un santiagueño pueda ser santiagueño, que un tucumano pueda tener su música, que una ciudad le permita brillar con su cultura, con su esencia".

Nacido en Curuzú Cuatiá en 1947, Antonio Tarragó Ros llegó a Rosario a mediados de los años 60, en lo que siempre ha considerado como un paso clave para su formación artística, a partir de la valoración que hace de la propia ciudad. "Rosario construyó una cultura. Por eso es maravilloso que la Bandera se ponga ahí. Construyó una cultura con todas las diásporas, todos los éxodos de los provincianos que llegaron allí. Cada uno tiene lo suyo y lo aporta, porque están las peñas de santiagueños, de chaqueños, de tobas, entrerrianos, cordobeses. Yo soy correntino y artísticamente prácticamente me formé en Rosario, donde llegué a los 18 años y me fui a los veintipico. Recuerdo desde haber aprendido a interpretar el neorrealismo italiano hasta leer a Nietzsche para que me dieran bola las minas. Rosario siempre tuvo un nivel cultural maravilloso. Y la Bandera significa éso", analizó el compositor.

Y concluyó: "Estoy muy feliz de ir, porque me siento muy rosarino. Si tengo que elegir un lugar entrañable, donde he aprendido muchas cosas, donde he amado hasta el delirio, es Rosario. Por eso tengo ese dolor que aquí nos llega desde Rosario con esa onda de tanta violencia. A mí me rompe el corazón".