Viernes, 27 de febrero de 2015 | Hoy
CIUDAD › FUNCIONARIOS JUDICIALES PIDEN PROTECCIóN PARA ASISTIR A LA ESCENA DEL CRIMEN
Anteayer hubo una situación de tensión tras un homicidio, en Ayacucho y Centeno, y tanto periodistas como el representante del Ministerio Público tuvieron que refugiarse en una casa. Reclaman chalecos antibalas o custodia en la zona.
De un tiempo a esta parte, la escena de un crimen se convirtió en un lugar riesgoso incluso para los fiscales que deben asistir por su tarea investigativa. Frente a ello, pidieron chalecos antibalas para trabajar, sobre todo en zonas calientes. Los funcionarios plantearon la solicitud como una medida de seguridad y resguardo físico ante la cantidad de hechos de violencia (hubo 46 homicidios en lo que va del año) en los que deben intervenir. Tras un asesinato ocurrido anteyer, en la zona de Ayacucho y Centeno, en el que fiscales y periodistas debieron protegerse en una vivienda de disparos que se escuchaban en la calle, el jefe de la Unidad Especial de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta, confirmó que exigieron chalecos antibalas de modo preventivo. En tanto, el fiscal de Cámaras Guillermo Camporini, le dio la razón al planteo.
Cuando se puso el marcha el nuevo sistema penal, el fiscal regional Jorge Baclini destacó que sus fiscales irían al lugar de los hechos en sucesos graves, como homicidios. Sucede que en el último tiempo, los representantes del Ministerio Público advirtieron que la violencia los pone en situaciones de riesgo, por lo que ahora exigen medidas de seguridad, para su resguardo físico, a la hora de ir al lugar donde se acaba de cometer un crimen.
Los chalecos antibalas son una de las herramientas que a diario utiliza el personal policial. En cambio, los fiscales acostumbran llegar a la escena del hecho rodeados de policías, pero con misma ropa que transitan los pasillos de Tribunales. "Concurrimos al lugar del hecho, nos encontramos con familiares y allegados a las víctimas y a los presuntos autores; y en una zona donde hubo violencia previa, podría haber un nuevo hecho. Por lo tanto, debemos prevenir", dijo Spelta ayer en medios radiales.
De todos modos, el funcionario admitió que nunca fue víctima de situaciones extremas, aunque sí sufrió momentos de elevada tensión. Un antecedente cercano tuvo lugar el 7 de enero pasado, cuando las fuerzas de seguridad, el fiscal Spelta y periodistas que trabajaban en Casilda y Teniente Agneta por el homicidio de un joven de 20 años, quedaron cerca de los tiros de dos hombres que pasaron en moto.
Para el funcionario, la violencia "se ha instalado" como una forma de resolución de conflictos. "Es lo que se puede observar, en los casos del miércoles (por cuatro crímenes cometidos en la misma jornada) tenemos un intento de robo y dos crímenes más en aparentes peleas", ejemplificó.
Consultado sobre la circulación de armas, señaló: "Lo que se hace desde nuestra labor es tratar de sacar de circulación las armas pero su origen no puede ser analizado por nosotros".
El fiscal de Cámaras Guillermo Camporini fue consultado en LT8 sobre el planteo. "Por el nivel de violencia, está bien que los fiscales usen chalecos antibalas", estimó. "Indudablemente, con el crecimiento exponencial que tiene la violencia me parece válido lo que dice el fiscal Spelta y que para cubrir en alguna medida la integridad física se les otorgue chalecos antibalas o custodia".
Al reflexionar sobre la problemática, Camporini señaló que "es cada vez más frecuente que los problemas se resuelvan a los tiros o a puñaladas, y muchas veces esto terminan con el resultado muerte. La función del fiscal siempre conlleva un riesgo y uno, como ser humano, lógicamente siente un cierto temor".
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