Es cierto, quizás no sea transgresión, como explica Juan Quintero, el término que mejor le siente a la propuesta que comparte con Luna Monti. Lo que sí es claro, es que el terreno en el que la dupla desarrolla su arte está lejos de los convencionalismos, lo que los ha transformado (individualmente y, aun más, en conjunto) en dos personalidades fuertes del nuevo folclore argentino. Nutriéndose de (y a su vez alimentando a) las nuevas corrientes folclóricas nacionales, Luna y Juan llegarán esta noche, a las 20, al teatro La Comedia, donde presentarán su disco Lila.

Allí, la dupla reunió un repertorio de 19 canciones y las dividió en dos discos, uno de ellos dedicado a un público infantil, en un proyecto que Quintero detalló a Rosario/12: "En principio esa idea nació como un gesto que queríamos tener para la gente que ha comprado el disco, es una especie de regalo. Era eso nomás, una sorpresa con la que se iba a encontrar cada uno al abrir el disco, y nos gustaba esa idea. Y a partir de eso hemos decidido hacer un disco doble con esas características. Esa era la idea madre, y después se han ido definiendo repertorios diferentes y quiénes iban a ser los invitados".

Y aunque esa intención bien puede pensarse como un sano mecanismo para acostumbrar los oídos de las nuevas generaciones, la del dúo no es una búsqueda intencional: "Nuestra posición no es la de salvar cosas que estén quedando en desuso. Tal vez son las canciones infantiles nuestras, incluso muchas de las canciones `para grandes` son cosas que hemos mamado, que tenemos dentro de la memoria y que vale la pena cantar. Después está todo lo otro, la carga que llevan para nosotros, lo que dicen las canciones en sí y, lo más importante, que a nosotros nos da ganas de apropiarnos de ese mensaje. Esas músicas son maravillosas, las admiramos desde siempre y hay veces que tenemos que hacer como un proceso para asimilarlas a nuestro lenguaje. Y otras veces nos ponemos en el rol tradicional si se quiere, en tocarlas como han venido, porque así es la experiencia y así las disfrutamos. Ese es el paso de las canciones por nosotros y nuestro paso por las canciones".

En medio de ese paso alternado entre artistas y canciones, aparece "Rosario Pastrana", la obra de Juan Falú con la que un Quintero adolescente hizo su debut en las guitarreadas familiares, de las que participaba frecuentemente el notable guitarrista. Sin embargo, debieron pasar tres discos hasta que esa composición fuera registrada por el joven artista tucumano. "Tal vez recién ahora siento que es un guiño para Juan Falú. Ha tomado un largo proceso como para que yo hiciera mi propio proceso con la canción, con un toque que se corresponde más conmigo que con una imitación mía de Juan", admite. Y, en tren de reversiones, la que Juan y Luna realizan de "Cuando", de Jorge Fandermole, es notable, dándole un nuevo giro a una obra ya de por sí eclipsante. Versión en la que, además, aparece el propio Fander como responsable de la mutación, en un proceso que la dupla hizo natural junto a cada uno de los invitados del disco.

"Lo que me ha gustado de todas las participaciones de los invitados es que cada uno --los invitados, Luna y yo-- perdemos la identidad y nos fundimos entre los tres. Eso pasa en todas las versiones, y es lo más valioso de ese encuentro, porque si traemos a esta gente que nos ha marcado tanto para hacerlos flotar sobre el sonido del dúo, que ya está súper instalado, no nos seducía mucho como idea", reconoce Quintero y, de hecho, en esta nueva presentación del dúo en Rosario las figuras de Fander, el Negro Aguirre y Claudio Bolzani aparecerán en escena para acoplarse a las recreaciones de una dupla que, con humildad y vuelo artístico, siguen dando vida a lo mejor de la música argentina.