La esquina de Ayacucho y Zeballos florece en pleno otoño de arco iris: entre las paredes blancas, el techo rojo y las vigas café, hay murales, telas, pequeños objetos de arte y hasta una bandera mapuche que llevan con orgullo los colores múltiples del espectro solar; estos representan tanto al activismo por la diversidad sexual como al de las comunidades de los pueblos originarios. Ambas luchas tienen mucho en común y confluyen aquí, en un bar, donde mujeres feministas y varones antipatriarcales tratan de entenderse con sus diferencias y construir un espacio de encuentro y resistencia. Y donde se cocinan unas riquísimas empanadas criollas. El lugar existe desde hace tres años y medio. Se llama Chavela bar. Fue nombrado así por Amalia y Estela, sus fundadoras, en honor a la cantante mexicana Chavela Vargas. Chavela es además territorio mapuche; por eso la comunidad les obsequió su bandera, que revive en la memoria a la linko (líder) Amanda Colihué.

El lunes a la noche, Chavela abrió su espacio de "librería y tienda de artivismos", apodado "la Libre" en una feliz abreviatura que reúne función e ideales. "Se abre el bar en julio de 2011 como un espacio de encuentro, un espacio para compartir, con la apuesta a que sea un lugar abierto todos los días, de día, para lesbianas, gays, trans, héteros, aliados", cuenta la poeta Irene Ocampo, habitué del bar que fue convocada por "las chicas" para coordinar las actividades de la Libre: venta de libros, CDs y estampas, y recitales de poesía.

"Chavela no es sólo un bar sino un multiespacio, con espíritu de activismo, y la Libre viene a ser parte de ese espíritu de activismo", destaca Gabriela Lorenz, psicóloga social, quien organiza los eventos del bar. El espacio, coinciden las gestoras, "se ha sostenido y se sostiene con esfuerzo". Agrega Irene que la idea de darle espacio a la librería viene dando vueltas desde el año pasado, cuando se empezaron a organizar presentaciones de libros y las autoras, autores o editoriales comenzaron a dejar sus materiales en consignación.

En la Libre se consigue "material exclusivo, inédito, de gente muy reconocida en activismo y militancia", dice Irene. Una ojeada deja ver el libro Rostros de un Triunfo, el registro fotográfico de los días previos a la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario en Argentina; o las Cartas de Alejandra Pizarnik a León Ostrov. Tanto en la librería como en las lecturas del bar, se da preferencia a autoras y autores que sean activistas y militantes en pensamientos políticos de "deconstrucción de lo hegemónico", tales como el feminismo y la literatura queer. "También es una librería, que ofrece novelas", añade Irene. Y anuncia que este viernes 10 a las 21 se presentará en Chavela el libro Dónde es aquí, de Valeria Flores, publicado por la editorial Bocavulvaria ediciones, de la ciudad de Córdoba, que dirige Fabi Tron.

La noche de la inauguración leyeron sus poemas dos escritoras rosarinas notables: Gabby de Cicco y Mercedes Gómez de la Cruz, junto a Fernanda Vargas y Fede Abib, cerrando el escritor y editor Cristian Molina. Todos se animaron a mostrar lo experimental o intimista de su obra, en un clima amigable para con el amor y la emoción.

El 17 de abril, a las 18, comenzará en Chavela un taller de preservativo femenino que organiza el Ministerio de Salud de la Nación, mientras que el jueves 23 Diana Bellessi leerá junto a Mariana Vacs, Sonia Scarabelli y Osvaldo Aguirre.