Si bien es probable que su nombre resulte poco familiar para el público local, de cara a su debut en Rosario el joven artista francés Jean-Baptiste André entusiasma con sólo revisar sus antecedentes. Porque allí confluyen una niñez como gimnasta, su carácter de egresado del Centro Nacional de las Artes de Circo galo, su condición de bailarín de la compañía de Philippe Découflé, Gilles Baron y Sylvain Prunenec, y su carácter de fundador de la Compañía [W], proyecto con el que apunta a investigar a las nuevas tecnologías como motor para la creación. Y si la confluencia de todos esos factores nutren, como él mismo lo afirma, a Interior Noche --su primer obra como creador--, ya existe allí un buen motivo para acercarse hasta el Centro Cultural Parque de España, donde esta noche a las 21.30 brindará una única función de su espectáculo multidisciplinario.

Sin embargo, hay algo más tentador en todo el asunto, y es la intención de constante evolución que el artista manifiesta ya sea en la descripción de su primer creación, como en los anticipos de un segundo trabajo, en etapa de gestación. En todo ello hay una clara muestra de que los horizontes estéticos son flexibles para André, quien en Interior Noche apela a un sistema de registro y proyección en tiempo real que permite que su presencia en escena se multiplique. Acoplando además las destrezas propias del arte del circo, uno de los ejes indiscutibles de su propuesta.

Porque si bien las reseñas sobre su propuesta encuentran fuertes referencias en el teatro--danza, el francés prefiere definirse como un artista de circo, terreno al que descubrió con sólo 12 años y en el que, entiende, confluyen precisamente el teatro y la danza. Mientras tanto, dentro de lo abarcativo de las artes circenses, André se presenta como un especialista del equilibrio sobre manos y el clown. La conjunción de todos esos elementos deriva en una obra que, además, encuentra puntos de inspiración en "La metamorfosis", de Kafka.

Aunque lejos de apelar a efectos especiales, André no apunta a recrear las transformaciones sufridas por Gregorio Samsa, sino que toma un concepto para dar vida a su propia criatura. Un concepto que sólo puede ser comprendido en caso de aceptar a la fusión como idioma. "Yo vengo de la escuela de circo, pero soy muy sensible a la danza, y es la unión de esto lo que me interesa, que me atrae más. Estoy intentando buscar un vocabulario, porque debido a mi formación circense, como bailarín puedo hacer cosas que otros bailarines no pueden hacer. Y a la inversa, hay cosas que yo no puedo hacer y que otros bailarines, que vienen de una formación pura de la danza, sí saben. Yo intento siempre aportar algo nuevo y esta unión del circo y de la danza es interesante, y es mi forma de expresarme", afirmó André en su diálogo con Rosario/12.

-¿Qué tan lejos está del punto al que quiere llegar en su búsqueda de un vocabulario propio?

-Interior Noche es mi primer espectáculo, y es la primera vez que le muestro al público lo que sé hacer. Este trabajo es la obra de toda una vida, y obviamente no llegué al punto final.

- En una próxima etapa, en la obra que suceda a Interior Noche, ¿qué cree que va a agregar en la búsqueda de ese objetivo?

- En mi segunda obra, en la que estoy trabajando actualmente que se llama Como en pleno día, saqué ideas de Interior Noche para seguir trabajando. Es como una segunda parte, como un díptico. Justamente Interior Noche es algo muy interno, de la noche, mientras que en mi segundo trabajo quiero proponer algo del cuerpo que sea más explosivo y que ocurra en pleno día.

- Este salir al día, al exterior, ¿está relacionado con una apertura mayor en cuanto a la creación?

- El espectáculo es siempre el reflejo de lo que somos, de lo que vivimos en un momento adecuado. Interior Noche tiene dos años y era el reflejo de mi vida, pero ahora quiero hacer otra cosa. Interior Noche representa mi inicio como artista, tal vez necesitaba un espacio más íntimo, más cerrado, pero para el próximo tengo ganas de abrirme al público. Incluso trabajar con más gente, con más colaboradores. Para la segunda obra voy a ser más arriesgado. Sobre todo cuando el primer espectáculo funcionó bien, hay que saber renovarse, sorprender de nuevo.