Hasta fin de mes, de lunes a viernes de 8 a 12 y de 16 a 20, en la Alianza Francesa de Rosario (San Luis 846) puede visitarse la exposición Usuarios Colaterales. Bajo el subtítulo Diálogo de imágenes, la muestra reúne fotografías de Luis Vignoli y pinturas de Alejandra Villanova, arquitectos y artistas cuya preocupación por lo social los llevó a abrir la muestra para un debate abierto sobre arte, locura, instituciones y poder político, el lunes de la semana pasada.

"La muestra surge a partir de un proyecto personal, titulado Colateral, que es la serie de diez fotos que está en la muestra más dos más. Con las fotos hice un foto libro que anduve paseando por el mundo. En Francia lo propuse para un proyecto de intercambio. En Rosario, lo aceptó el director de la Alianza", cuenta Luis Vignoli.

Alita Villanova estudia pintura en la Escuela Musto y es docente de la materia Expresión Gráfica en la Facultad de Arquitectura. Trabajó, como arquitecta, en relevamientos de los Centros Clandestinos de Detención. Sus pinturas se caracterizan por un sentido de la escala humana en el espacio; rasgo en común con las fotos de Luis, donde el rastro humano opera por ausencia. Algo de la profesión se les cuela en estas visiones de habitantes y de lo deshabitado. "En mi retina o en algún lugar de mi mente, vi fusionarse los personajes de las pinturas de Alita dentro de los vacíos de los espacios de mis fotos", cuenta el fotógrafo, quien obtuvo los devastados espacios institucionales de su serie Colateral mediante tomas realizadas en el contexto de dos trabajos de relevamiento: uno, en el ex Batallón de Comunicaciones 121 (ex Regimiento 11) en la zona sur de Rosario, en 2011, y otro en 2014 en los pabellones cerrados de la Colonia Psiquiátrica de Oliveros.

Cuentan quienes trabajan allí que hay una zona de la Colonia, al fondo, a la que llaman "el cementerio". Allí quedan tirados objetos fuera de uso que no pueden desecharse porque están inventariados como bienes del Estado. El ojo político del fotógrafo vio en ese limbo de desechos una metáfora de los "usuarios de servicios de salud mental" y de su marginación de los circuitos económicos, discursivos y sociales.

¿Dónde está "el alambrado" que separa a los "locos" de los "cuerdos"? ¿Cómo "desalambrar"? ¿De qué lado quedan los artistas? A estas preguntas se intentó responder tanto desde el texto de sala de la muestra como en el debate, donde se produjo un diálogo infrecuente entre artistas, psiquiatras y "usuarios", como los llama hoy la ley.

El lunes, Ignacio Blacona mostró algunos capítulos del programa periodístico Luces Calientes, que él dirige para Canal 4 de Cablehogar. Con conducción de Hernán Rosatti y producción de Kiki Aguilera, este ciclo de entrevistas para TV (un mano a mano intenso, en penumbras: una mesa, un termo y un mate) propone "un encuentro con creadores" como artistas o periodistas. Lo produce el Centro Cultural Gomecito del Centro Regional de Salud Mental Dr. Agudo Avila, con la Dirección Provincial de Salud Mental. El diálogo recién empieza.