Aún cuando su título indicaría lo contrario, se presume un efecto sanador en Llorarás, el nuevo disco de Noelia Moncada, que mañana a las 21.30 llegará al Teatro de Plataforma Lavardén para presentarlo junto a la Orquesta Victoria, la refinada agrupación dirigida por el pianista Alejandro Drago, pieza fundamental en el proceso creativo de un trabajo que tiene a Homero Manzi, y al amor, como núcleos centrales. Ese eje temático, preanunciado en el título, se describe esencialmente en su ausencia o disolución, pero también con tinte fraternal como en "Duerme", bella canción de cuna de Hugo Gutiérrez y el citado poeta.

Y es precisamente Manzi una figura de fuste dentro de una obra que le da nuevo abordaje a tangos clásicos, con orquestaciones que se tiñen de melodías que remiten al musical cinematográfico. "Me da esa sensación también, por momentos tienen un vuelo que parece música cinematográfica --coincide Moncada en diálogo con Rosario/12--. Lo cual me ayudaba, me servía de apoyo e inspiraba a este trabajo sobre las imágenes que siempre hago en mi interpretación".

Esa apuesta estética fue elaborándose conjuntamente entre Moncada y Drago, a partir de un acuerdo "que estaba en el plano no hablado". "Lo que me fascinó de la Orquesta Victoria es todo ese vuelo visual, lo que hacían con sus temas instrumentales. Siento que cuando canto también trabajo de esa forma. A partir de esa característica surgió una empatía muy fuerte. Así decidimos hacer este disco y, sin decirlo, supimos que íbamos a jugar ese juego", detalla la cantante.

Sobre ese entendimiento fue construyéndose un repertorio que pronto definió su carácter conceptual, según explica la intérprete rosarina: "Siempre pienso a los discos como un momento de contar algo. Ya sea algo que vi o que estoy viviendo. Entonces el repertorio lo fui armando a partir de las cosas que tenía ganas de decir en ese momento de la vida. Los temas del disco tienen que ver con cosas que tenía ganas de contar".

A lo largo de ese proceso, la poesía de Manzi fue filtrándose con un peso redentor. "No fue a propósito", distingue la cantante, que llegó a analizar la posibilidad de darle al disco un tono de homenaje, posibilidad finalmente descartada ya que hubiera significado "traicionar el otro camino". Traicionar al amor no fue entonces la opción, aún cuando el dolor era todavía palpable. "Lo fuerte, lo que determinó el nombre, sí tuvo que ver con un momento difícil en relación al amor, un poco tortuoso --rememora Moncada--. Ahí me encontraba con Homero Manzi, con una identificación muy fuerte. Me serví de sus palabras para poder transitar ese momento. Fue una catarsis, pude transitarlo mejor a partir de esas letras. Y en ese camino encontré complicidad con el autor. Con Manzi me encontré en la parte dolorosa, de la que después pude salir y eso se ve en la parte final del disco".

Así, "Yo te bendigo", "Después" y "Volver" completan un disco que abre con "Llorarás, llorarás" y "Soledad". Todo un arco dramático que --con "Duerme" como bellísima excepción y recreo en el trance (des)amoroso-- invita a la artista a pergeñar nuevos proyectos: en paralelo a su intención de completar un disco pendiente con el pianista Matías Alvarez, la cantante va delineando una puesta teatral basada en Llorarás. "Ya que hay tantas historias, que es tan visual, me gustaría armar lo que algunos llaman musical, pero que para mí sería algo más bien como un sainete", se entusiasma Moncada, con evidente y renovada alegría.