"Somos medio extraterrestres por hacer rock sinfónico en Rosario", bromea el cantante José María Blanc, figura destacada de ese género que desde principios de los 70 en Rosario quedó asociado al nombre de Pablo el Enterrador. A 45 años de la formación de ese proyecto, hoy Blanc sigue sosteniéndolo en paralelo a su participación en otro grupo de corte progresivo, La Barca, mientras redobla la apuesta: el cantante le dio forma a La Herencia de Pablo, suerte de banda tributo que prepara el terreno para un nuevo desembarco de PeE.

Con ese esquema, esta noche a las 21.30 Blanc actuará en el Teatro de Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza) acompañado por Jorge Urquilla y Eduardo Di Melfi en teclados, Pablo López en guitarra, Ariel Loza y Willi Torres en bajo e Iván Louro en batería. "Se trata de homenajear la historia de Pablo y presentar la nueva banda, La Herencia de Pablo, que tiene un material propio. Creemos que para fin de año vamos a presentar ese material nuevo y después, el año que viene, editaremos Trifónico de Pablo el Enterrador. Ese disco lo hicimos con el Turco Antún (NdR: fundador del grupo, en 1971, quien falleció en 2005) y Marcelo Sali, entonces la idea es hacer un concierto invitando a tecladistas conocidos de la ciudad para que nos puedan ayudar a tocarlo en vivo", adelanta Blanc.

En ese contexto, La Herencia de Pablo es más que un tributo. "Es como un traspaso --explica el cantante--. Al no estar los miembros originales, traté de hacer esta herencia. Después parte de La Herencia va a conformar Pablo el Enterrador cuando presentemos Trifónico, ya con Marcelo Sali en la batería".

Esta renovación vía La Herencia permite además que nuevos lenguajes entren en juego con el histórico rock progresivo, sinfónico, que PeE sostuvo durante cuatro décadas y media, según distingue Blanc: "Uno de los tecladistas que también se ha incorporado es Eduardo, pianista de jazz, y después Jorge Urquilla viene haciendo rock progresivo conmigo en La Barca. Al tener estos dos tipos de músicos, vamos a generar otro tipo de sonidos. Por ejemplo, en un tema fusionamos el tango con cosas de rock progresivo y de jazz. Es algo interesante, pero hay que tener el tiempo y los músicos necesarios para poder experimentar éso, que vamos a mostrar en el concierto. Que básicamente es un concierto de rock sinfónico, aunque siempre con algún toque más moderno".

La modernidad a la que refiere el cantante está vinculada específicamente con lo tecnológico, ya que las raíces sonoras se sostienen. "Yo sigo empapado en el rock sinfónico, progresivo, no cambié de música", asienta Blanc, que explica: "Los instrumentos se han modernizado un montón, ya no estamos hablando de los viejos órganos Hammond, de los sonidos analógicos. Eso ha mejorado muchísimo y uno lo vuelca en la música que toca. Lo mismo pasa con las guitarras, ahora hay muchas marcas que tienen sonidos diferentes, eso cambia mucho, porque uno tiene acceso a mejores instrumentos y, obviamente, al tener mejores herramientas uno puede hacer mejores trabajos. Ahora cuando grabás a los cantantes hasta le afinan las notas si desafinan. Antes si te equivocabas, aunque fueras por el compás 259 tenías que volver a hacer el tema entero".