De colectivos editoriales se hace la historieta. Porque potencian la colaboración entre los sellos independientes y reconocen problemáticas compartidas. Uno de estos ejemplos es Asedio, colectivo editor que agrupa a los sellos rosarinos Rabdomantes, Ouroboros y Fog of War.

Asedio tuvo su stand en Crack Bang Boom, además de paneles donde cada uno presentó sus novedades. De acuerdo con César Libardi (Rabdomantes), "decidimos juntarnos por varios motivos: somos editoriales de Rosario, la oferta de material de cada sello es diferente, y esto hace que las publicaciones se complementen. De esta manera, podemos llegar a más público. Los eventos que se realizan en el resto del país implican un buen gasto en traslado y alojamiento, entre otras cosas; si lo bancamos entre tres es más llevadero. Además, para asistir a los eventos nos turnamos, y de este modo cubrimos una mayor cantidad de actividades". Según Pablo Vigliano (Ouroboros), "hay que buscar la manera de encarar el problema, y darnos cuenta de que no estamos solos. La práctica de los colectivos editoriales es algo que ahora sucede habitualmente. Se trata de una apuesta fuerte, con el objetivo puesto en seguir para adelante". Ariel Grichener (Fog of War) completa: "¡Estarían buenos dos eventos como Crack Bang Boom al año! El crecimiento del cómic local tiene que ver con Crack Bang Boom. El lugar del cómic es ése. Sería bárbaro que hubiese una actividad parecida en otro momento del año".

El panorama es éste: las historietas rosarinas son una rareza. Hay artistas por toda la ciudad, en cantidad creciente. El escenario para el desarrollo de lo que saben es extraño. Por un lado, se dibuja para otros mercados, preferentemente extranjeros. Por el otro, se apela a la autoedición, con revistas y libros de calidad, cuyo circuito está dado por las convenciones. Para que una historieta sea "rosarina", habría que pensar en editores y medios gráficos que le den al cómic el lugar que se merece. Como eso no ocurre, se elige la autoedición. Tal es la importancia de Crack Bang Boom como sostén de la tarea.

A propósito, de entre los stands que lució CBB, el de Asedio fue uno de los mejores. "En Rabdomantes estamos cumpliendo con el plan editorial 2016 a rajatabla. Ya sacamos Mute, de Damián Connelly y Gabriel Luque; y Los Hermanos Segelín, de Lucas Varela y Roberto Barreiro. El primero es parte de una colección editorial centrada en publicaciones que previamente han salido en web, llamada Reload; y el segundo es el cuarto libro de la Colección Reencuentro (los tres anteriores: Cándido, de Javier Rovella; Orgasmatrón, de Julio Azamor; Bangkok, de Renzo Podestá)", explica Libardi. "Ambos tenían destino de libro pero por diferentes motivos no se habían podido concretar. Mute había quedado en el limbo luego de la disolución de (la editorial) Dead Pop, y con Los Hermanos Segelín hubo un intento de publicarlo en Chile, pero no llegó a ver la luz".

En cuanto a lo específico de cada libro, dice el editor que "Mute es una gran historia de acción y tiene un relato vertiginoso, narrado gráficamente por un Gabriel Luque inspiradísimo. Los Hermanos Segelín toma de la línea clara europea su impronta, de la mano de Lucas Varela, y las historias y diálogos de Roberto Barreiro hacen de la aventura y la novelas pulp su mejor referencia".

Por su parte, el camino de Fog of War tiene en Yamil Aboukais y el guionista Ariel Grichener responsabilidad compartida. Factótum de todas las historias, Grichener comenta que el número 1 de Artemis "fue el best-seller del año pasado". El orgullo es merecido y con resonancia, porque ha permitido un segundo número --con dibujos de Guillermo Villarreal-- y otras consecuencias que se detallarán. "Entre los trabajos que hace para afuera, Guillermo (Villarreal) se toma el tiempo necesario para hacer este proyecto, porque es suyo, personal, así como lo es para mí. Ya estamos haciendo el número 3".

La interacción con los lectores tiene lugar visible en las redes sociales de Fog of War. Dice Aboukais que fue la misma respuesta del público lector de Chiko y Amigo --que espera un segundo número-- la que produjo otra de las novedades. "A la gente le gustó mucho esa historia y decidimos repetir la dupla creativa (Grichener y Sebastián Sala). The Coverman es un trabajo que surge de la participación de los lectores, y le está yendo muy bien", destaca el editor. De acuerdo con Grichener, la historia de este libro surge del interés de Sala por "explotar el tema de pactos con el diablo, así que me puse a pensar en qué pasaría si el pacto te falla, si lo firmaste y al otro día te echan de la banda y no te hiciste famoso". Según Aboukais, "este rockero va al infierno a cobrarse lo que le corresponde. Es una versión interesante, porque uno se imagina fuego, azufre, brasas, pero yo invito a la gente a que recuerde Route 66 y el desierto, porque es en medio de todo eso donde se desarrolla esta historia". Debe subrayarse la habilidad de Grichener al congeniar con tantos dibujantes: "Intento estudiar sus estilos y entregarles algo que los motive, si bien nunca les pongo trabas y los dejo trabajar de manera espontánea. También es cierto que son ellos los que me piden historias".

Hay más. Con Knightmare, Fog of War devuelve brillo al nombre del guionista Emilio Balcarce (Crónicas del Tiempo Medio, Funeral), en un proyecto para el mercado italiano que el guionista realizara con los dibujos de Jok. "En Knightmare tenemos justas de caballeros al estilo medieval, pero llevadas a un futuro postapocalítpico, en donde el personaje se ve envuelto en una serie de cuestiones que le llevan a resolver las cosas a las piñas. Jok se quedó muy contento con la edición, y dibujó una portada exclusiva", apunta Aboukais.

En otro orden, Ouroboros Ediciones ha presentado Lucero Oscuro, segundo libro donde replica la experiencia de Hilo rojo. En el nuevo trabajo, el guión de Pablo Vigliano reúne los dibujos de Joel Saavedra, Kiro y Pablo De Bonis, junto al color de Damián Peñalba. El guionista indica que "el protagonista es un escritor que atraviesa una gran crisis: alcoholismo, depresión, abandono de su novia, deudas; y en medio de todo eso tiene pesadillas y terrores que se remontan a una época de la infancia, en la que se reencuentra con sus antiguos amigos. A partir de esto, resurgen cuestiones vinculadas a una oscuridad sobrenatural. Hay varios temas, que van de la nostalgia y la infancia, a la adultez, con un protagonista en cuya crisis está solo, no sabe cómo seguir, nunca pone un freno, hasta el momento en que lo hace y tiene que enfrentar sus fantasmas. Eso puede ser peligroso".

El cuidado en la presentación del libro ya es una seña distintiva en Ouroboros. La tarea meticulosa corresponde al diseñador Iván Reiner: "Esta vez no quise apegarme al guión de la historieta y buscar algo que diera lugar a ciertas dualidades. Por eso, tenemos una tapa muy oscura y una contratapa con algo más de luz, donde la ilustración ocupa otro lugar y tiene una connotación diferente, con una tipografía diseñada exclusivamente para la tapa, con algunas astas verticales muy marcadas, y diagonales y horizontales muy suaves, algo que también marca esta contradicción".

El futuro inmediato tendrá más. Antes que termine el año, Fog of War piensa publicar un libro integral dedicado a Crazy Jack, el clásico personaje de Columba que dibujara Rubén Meriggi. Mientras que Rabdomantes prepara, además del quinto número de la antología Quimera, dos libros: Valkiria, de la dupla Balcarce/Jok; y Criatura, del brasileño Rafael Correa.