Este sábado, en la Biblioteca Argentina (Presidente Roca 731) Maia Morosano presenta La puerta, su primera novela. Publicada en Buenos Aires por la editorial Ombligo Cuadrado, promete una presentación a todo show. Hablarán los escritores Rocío Muñoz, Leandro Gabilondo y el editor Fabián Leppez; leerán fragmentos elegidos de la obra entre 17 poetas, actrices y actores que la autora convocó; actuará Nacho Estepario (en el papel del tío Alan) con dirección de Carla Saccani, y se proyectará un booktrailer realizado por Marcos Chiarito. Más un brindis final; todo eso, entre las 18:30 y las 21:00, con entrada libre y gratuita.

Docente de Lengua y Literatura y figura clave del teatro, la performance, la gestión cultural y la edición independiente en su ciudad, Maia Morosano (Rosario, 1986) publicó los libros de poesía Escaleras (Espiral Calipso, Rosario, 2008), La reina en mi país (Espiral Calipso, 2009), Las Gracias y las Horas (La pulga renga, Rosario, 2013) y Malcriada (Ombligo Cuadrado, Buenos Aires, 2015). En esta su primera novela, ella aborda cuestiones políticas de candente actualidad, como la violencia de género o las identidades queer.

"Mi infancia son recuerdos del tío Alan y de su casa de reinas y dragones", recuerda la narradora, cuyo nombre es Maga (Magalí, aunque la abreviatura se las trae). "Algún día te tengo que contar la historia del tío Alan, de por qué me dejó esta casa, de lo que pasó con él", le dice Maga a su nueva novia mientras encuentra en los cajones la ropa usada que va delineando el rastro de un ser andrógino.

A partir de allí, el libro cuenta la prometida historia. Vecino de sus propios padres y parientes, el tío Alan se cree libre dentro del cerco del odio homofóbico familiar. Su voz, que se despliega en logrados monólogos, da convincente carnadura a un cuerpo habitado por goces que lo empujan más allá del amor y del placer. Maga trata en vano de ponerle límites al masoquismo de ese niño grande y desbordado.

La familia de dos que arman Alan y Maga se complementa con otra díada incestuosa: la mejor amiga, con quien Maga vive su primer amor, y Horacio, el padre de esa amiga, amante abusivo del tío Alan. Horacio encarna al macho, al amo, al padre de la horda, golpeador y violador por "la puerta" (trasera) de cuanto cuerpo no macho se le cruce. En contrapartida, Alan y Maga comparten un hermoso mundo mágico de libros, juegos y canciones de Abonizio, Gilda o María Elena Walsh.

Uno de los libros de la biblioteca de Alan lleva por nombre El Libro de las Reinas. Es un espejo alegórico donde se ve reflejado el relato realista de la novela, al modo de una guerra feudal del género fantasy donde los cuatro personajes principales serán simbolizados por las cuatro reinas en la baraja de naipes del póquer. Bellos monólogos a lo Manuel Puig en estilo indirecto libre, donde se van enhebrando gustos populares y costumbres de otros tiempos, alternan sabiamente dosificados con esta alegoría en clave "de reinas y dragones". Tanta belleza, tanta ternura (en la voz de Alan, en la historia de amor de las dos chicas y en la escritura) desembocan en el horror de un relato casi insoportable: el de una adolescente violada. Magalí lo pierde todo pero sobrevive, se adapta, funciona en una vida inauténtica. Al recuperar la casa de Alan, se reencuentra consigo misma. La puerta al fin termina siendo literal. Y lo mejor, para cuidarse, es cerrarla.